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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
5
Drama Heidi (Anuk Steffe) es una huérfana de ocho años, criada por su abuelo (Bruno Ganz) en las montañas suizas. Junto a su amigo, Pedro el cabrero (Quirin Agrippi), cuida de las cabras del abuelo y disfruta de la libertad en la montaña. Pero un día su tía Dete (Anna Schinz) decide llevársela a la ciudad de Frankfurt para ser educada en una familia adinerada. Allí hará amistad con la hija inválida de la familia, Klara (Isabelle Ottmann). (FILMAFFINITY) [+]
20 de mayo de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Salvo encomiables excepciones que conocen el libro de 1880 de Johanna Spyri, a cualquier persona de más de treinta años le dices «Heidi» y le viene inmediatamente a la cabeza la serie japonesa de la niña infatigablemente optimista caía bien a todo el mundo, jugaba con Pedro y Niebla y se las tenía tiesas con la señorita Rottenmeyer. No sólo le viene a la cabeza, sino que habrá visto la serie al menos una vez y se habrá emocionado con la escena de Clara al menos una vez… o sea, lo que viene siendo una serie de culto.

Por eso, haría falta un extraordinario motivo para revisar la obra y llevarla al cine, y esta versión cinematográfica no la proporciona. ¿Sus puntos fuertes? Imagino que ver a los personajes en sus tres dimensiones de carne y hueso puede ser interesante para la gente de hoy en día, pero aunque el elenco no decepcione, tampoco es que sea un elemento de valor incontestable. Tampoco ciertos matices realistas en los comportamientos humanos alejados del infatigable optimismo de la serie ofrecen motivos irrefutables para aportar ese algo que la haga recomendable. Sí que hay que destacar la fotografía, muy colorista que saca partido de los espectaculares paisajes alpinos y cierto valor -¿insensato?- en pretender ser más fiel al libro que a la serie.

Dejando a un lado las odiosas comparaciones, el ritmo es tosco, frío, alemán, con enormes saltos en la narración para meter todos los puntos de interés en el metraje. Se ha sacrificado calidad y emotividad a cambio de cantidad; Clara echa a andar como si tal cosa, sin darle importancia, nada que ver con el nudo en la garganta que se me puso las dos veces que vi la serie. También falta Niebla. Y todo supongo que en un intento de hacer la historia accesible a millenials que no se acercarían a la serie ni con un palo por considerarla vintage y obsoleta -un error de cálculo, en mi opinión, ya que esos chavales no se acercarán a nada donde los protagonistes no anden con tablets y no insulten a sus profesores para vivir descabelladas aventuras-.

Objetivamente, pasable… pero no le veo sitio.
OsitoF
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