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España España · Barcelona
Voto de Eduardo:
7
Intriga. Drama Un ilustre notario (Michel Serrault), casado con una hermosa mujer (Romy Schneider), lleva una vida tranquila y apacible. Esa paz se rompe inesperadamente cuando es conducido a una comisaría el día de Nochevieja. Tras el hallazgo de los cadáveres de dos niñas violadas, las sospechas de la policía recaen sobre el notario. Poco a poco, lo que en principio parecía un trámite rutinario se convierte en un duro interrogatorio que parece ... [+]
16 de mayo de 2014
16 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos niñas han aparecido violadas y asesinadas. El inspector Gallien (inmenso Lino Ventura) tiene un sospechoso y, pese a ser Nochevieja, no piensa soltarlo hasta que confiese. El abogado Martinaud (tremendo Michel Serrault) es un hombre chulesco y despreciativo, que esconde más de lo que aparenta. La noche es larga, y la inesperada llegada de la esposa de Martinaud (la llorada Romy Schneider, en su penúltima aparición en pantalla) dará un giro radical a los acontecimientos. Garde à vue, muy interesante polar de Claude Miller, está estructurada como una obra de teatro, pese a ser una novela. Casi toda la acción se desarrolla en el interior de la comisaría, con Ventura y Serrault aguantando el peso de la función. Es la pericia de Miller a la hora de filmar (primeros planos, cortos, medios, leves movimientos de cámara) lo que impide la claustrofobia del espectador, sin contar los excelentes diálogos de Michel Audiard. Es una lección de cómo filmar a dos personajes en un único decorado. Levísimos apuntes musicales de Georges Delerue contribuyen a reforzar la tensión creciente del interrogatorio, hasta la explosión de violencia del tercero en discordia, el inspector Belmont (Guy Marchand). Película poco conocida, vale la pena acercarse a ella y disfrutar de su ritmo pausado pero implacable. Los norteamericanos, siempre raudos en fabricar remakes para que sus tarados compatriotas puedan entender películas foráneas, rodaron años después Bajo sospecha, dirigida por el inepto Stephen Hopkins, y con Gene Hackman y Morgan Freeman en los papeles protagonistas. Lo único interesante de esa basura era la aparición de Monica Bellucci, tan fascinante como siempre. Muchísimo mejor el original que la copia.
Eduardo
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