Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Charles:
7
Intriga. Terror. Thriller Un joven afroamericano visita a la familia de su novia blanca, un matrimonio adinerado. Para Chris (Daniel Kaluuya) y su novia Rose (Allison Williams) ha llegado el momento de conocer a los futuros suegros, por lo que ella le invita a pasar un fin de semana en el campo con sus padres, Missy (Catherine Keener) y Dean (Bradley Whitford). Al principio, Chris piensa que el comportamiento "demasiado" complaciente de los padres se debe a su ... [+]
10 de marzo de 2017
332 de 396 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuál es la clave a la hora de provocar miedo: ¿lo que piense el espectador o lo que se está mostrando?
Una situación podría espantar a una persona, y a otra dejarla completamente indiferente. Las diferentes culturas, razas y creencias proporcionan una piscina demasiado amplia, donde sería posible que algunos espectadores hicieran pie.

¿No se trata en los medios demasiadas veces esa línea de ofensa, que establece que vivimos en una era tolerante, y que algunas quejas al respecto "están exageradas"?
Terreno abonado para una película de terror donde la mayoría de sus personajes no tienen arraigados ciertos temores, mientras que la insignificante minoría se va ahogando en el silencio.

'Get Out' no es una historia demasiado original.
Las siniestralidades que atesora la élite social y geriátrica de la sociedad son ya un clásico con todo tipo de adaptaciones.
Y sin embargo, hasta ahora a nadie se le había ocurrido un tema en particular: la tensión racial existente entre una juventud realmente tolerante, y una cuasi tercera edad que ha tenido que moderar sus impulsos ante el avance de los tiempos.

Quizá nunca explorada antes por incomodidad o miedo, Jordan Peele convierte esa tensión en el centro de esta historia, dejando que se cuele por las rendijas de una rutinaria cita familiar, hasta que su evidencia ahoga la poca amabilidad que va quedando.
Chris es solo un joven negro, de camino a casa de los padres de su novia Rose, con la intención de presentarse por primera vez en familia. Sus reservas a la hora de ir son rápidamente acalladas por ella, que no presta ninguna atención a las consideraciones de raza, por más que Chris siga pensando que es un dato importante a señalar.
Sigue sin parecerlo, sin embargo, cuando por fin llegan: nadie menciona nada a Chris, nadie parece escandalizarse por su presencia. De algún modo, todas las dudas nos han predirigido a un malentendido que nunca sucede, porque en la finca familiar todo es tan normal y feliz como podría ser.

Y sin embargo... hay algo en esas apariencias, una inquietud oculta en las miradas y sonrisas de los que le rodean.
Una persona corre hacia Chris en plena noche, y este se prepara para el impacto, solo para descubrir que era alguien haciendo ejercicio. Nadie le puede culpar porque... ¿quién correría hacia un joven negro si no es para atacarlo?
Ese pensamiento de "alerta racista" impregna acciones banales de una comida entre familiares, dibujando poco a poco, sin pausa, un cuadro en el que algo no va bien. No sabemos qué es pero lo notamos... en misteriosos comportamientos, en fugaces vistazos, en insistentes sonidos crispando los nervios (una cucharilla perpetuamente arrastrada en su taza de té, un reloj marcando cada segundo de su aguja...).

'Get Out' se contagia de tópicos del terror como apariciones repentinas o siniestros subidones de volumen, y les da una razón narrativa, rompiendo una normalidad que, si nos hemos fijado bien, nunca ha sido normal.
Los viejos presentes no paran de señalar sutilmente la raza de Chris ("me gusta el golf, sobre todo Tiger Woods"), y hasta el hermano de Rose se refiere burlonamente a su "maquillaje genético"; como si de todos los temas posibles solo se pudiera sacar ese.
Pero eh, que todos están de broma, que somos muy tolerantes, no te lo tomes a mal, ven a celebrar con nosotros, que ya eres parte de la familia.

Entre sus mejores rasgos de género, 'Get Out' habla de la tolerancia, y cómo las más de las veces es tan solo una sutil capa sobre el desprecio o el interés.
El racismo sigue presente, hasta el punto de que no es descabellado temer presentar un novio o novia de otra raza a una muy tradicional familia: vienen de otro siglo, donde las diferencias eran la excusa para separar una élite del resto.
Lo verdaderamente terrorífico, horroroso, es que esos "tradicionales" puedan llegar a adaptarse tan bien como para ocultar sus verdaderas opiniones, y mientras tanto sigamos aceptando esos "comentarios inofensivos" que reducen personas a meros objetos (... hasta que nos diéramos cuenta de que lo importante "no es lo que se dice, sino cómo se dice").

El silencio de los oprimidos empieza con una generalización, con una voz de alarma a la que nadie hace caso por considerarla demasiado irreal en pleno S. XXI.
Sería espantoso que normalizáramos esa situación, en la que la gente pueda reírse burlonamente de graves acusaciones, solo porque "ya nadie es tan racista".

Todos son normales.
TAN normales que nadie será diferente.
O nadie tendrá permitido sentirse diferente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Charles
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow