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España España · Madrid
Voto de Charles:
8
Ciencia ficción. Thriller Viaja con el capitán Daly y su tripulación para explorar la galaxia y los peligros de planetas desconocidos. Episodio de la T4 de Black Mirror. (FILMAFFINITY)
6 de diciembre de 2017
100 de 128 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahí va, otra vez esa realidad que nunca se corresponderá.
Pero tu sigues soñando, por si eso alguna vez fuera a cambiar.
¿Siempre te lo has imaginado, verdad?
Poder salvar a la humanidad, como los héroes de sonrisa reluciente que nunca te cansaste de admirar.

'USS Callister' tiene un corazón tan negro como vibrantemente luminosa es su fantasía.
Porque así es como deberían ser las fantasías: maravillosas, ordenadas, con mujeres siempre deseosas, villanos derrotados, planetas salvados y compañeros que canten nuestras hazañas.
Por pedir, también podrían ser reales.
Pero la moderna tecnología puede ayudar, una vez más.

Robert Daly sueña imaginaciones multicolor de últimas fronteras y naves de alguna federación cada día, para combatir una amarga rutina que nunca se corresponde.
Y entonces conoce a Minette, única admiradora de su trabajo, la cual vemos acercarse a su colección de Space Fleet y pensamos "ahí esta, esa chica, la que le salvará".
La primera en la frente: esta no es una historia de bestias que esconden guapos príncipes, sino de miserables oficinistas que les gusta ser dioses cabrones.

Basta decir que Robert encuentra la manera de que Minette participe en su fantasía, pero sin participar.
Para siempre. Como él quiera. Y cuándo quiera.
El juego Infinity que está desarrollando puede configurar un mundo en el que uno puede ser participante y gobernante, pero sobre todo sentiente.
Y soñar está muy bien, pero para qué si lo que nos pone realmente cachondos es experimentar.

En su hora y cuarto, este episodio plantea preguntas que nadie quería contestar:
¿Serías un buen protagonista de tu propia fantasía?
¿Serías un Dios benévolo si lo puedes tener todo a tu disposición?
Desafíando toda una tradición de nerds incomprendidos, el USS Callister responde: no.
Un universo donde todo es posible siempre va a ser una venganza para una realidad donde todo se frustra.

Y aún más, nunca podría ser una venganza completa si alguien no reacciona de verdad, no sufre de verdad.
Los tripulantes de la nave celebran los triunfos de su capitán, mueren si la aventura lo requiere, sufren si osan desobedecer y se aburren mientras el dios que les engendró atiende su pedido de pizza más allá de la máquina.
También recuerdan una vida fuera de la esclavitud y guardan el mismo rencor inútil que le dedicamos a un creador omnipotente, el cual puede hacer con nosotros lo que le venga en gana.

La última frontera que hemos conquistado va de nuevo en nuestro beneficio, y me indignaría si no fuera porque, en mis fantasías, yo también he follado, matado y humillado sin consecuencias, con el único reparo de que nada de lo que vivía se cumpliría.
Saltándose años y dimensiones de distancia, 'Black Mirror' nos vuelve a preguntar si en el fondo todo esto de la tecnología es una excusa para glorificar al capullo acomplejado que llevamos dentro, y por eso nada de lo que hacemos con ella nos deja contentos.

Plantéatelo la próxima vez que imagines.
O no, folla, mata y humilla como te venga en gana.
Sólo que nunca pierdas de vista lo que todo eso, real o no, dice de ti.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Charles
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