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Cuba Cuba · Barcelona
Voto de Luisito:
6
Drama Horino, estudiante de familia acomodada, disfruta de la vida con sus amigos y su amiga Shigeko, que es camarera. Su tío le propone alguna aspirante a casarse con él, pero Horino, ayudado por su padre, las rechaza y consigue disuadirlas inventando supuestos defectos de borracho y ladrón. (FILMAFFINITY)
15 de diciembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es la mejor película del gran maestro Yasujiro, de hecho creo que cualquiera que conozca un poco su filmografía jamás recomendaría ninguna película de su etapa muda. No es que no tenga interés, pero está claro que Ozu destaca por sus historias contadas con sonido, con la cámara inmóvil y por supuesto, en relación a la realización de esta película, bastantes más años tras la finalización de la IIªGM.

Aquí, en "¿Dónde están los sueños de mi juventud?", Ozu mueve la cámara más en la primera media hora que en toda su posterior carrera como cineasta. Es un supuesto, no es una realidad que pueda sostener con datos y hechos, pero no creo que esté lejos de la verdad. La reflexión cinéfila inmediata ha de responder a la pregunta: ¿qué habría sido de Ozu si además de añadirle sonido hubiera seguido moviendo la cámara?; porque la realidad es otra, ya lo sabemos, aquí tenemos a un jovenzuelo que no llega a la treintena y que demuestra grandes dotes para dirigir. Seguramente ni él mismo sabía que acabaría de perfilar su propio estilo con el paso de los años convirtiéndose en uno de los más grandes y renombrados de la historia del Cine japonés. Ahí queda la reflexión, sólo apta para quienes han visto la mayor parte de su filmografía sonora.

"¿Dónde están los sueños de mi juventud?" cuenta con una historia de amistad ejemplar, Ozu pone a sus protagonistas ante dilemas de moral de difícil solución. El amor se cruza con la verdadera amistad y uno de los amigos acaba recibiendo una cantidad de bofetadas que hay que verlo para creérselo, bofetadas que sanan y que parece que son excesivas, bofetadas necesarias ante un error grave, porque lo que uno hace por un amigo, ética japonesa por delante, es equiparable al sentido del deber con la familia. Renunciar al amor por un trabajo está mal, ahí lo dejo.

Lo importante, con lo que me quedo, es que gracias al amor por el cine uno es capaz de ver una película muda de Yasujiro Ozu, realizada hace 85 años, y sentirse feliz por la coherencia que ello implica.
Luisito
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