Quizá esta película sea uno de aquellos raros ejemplos donde los personajes secundarios se comen con patatas al protagonista. Admito mi ignorancia absoluta hacia los cómics originales (aunque tras el visionado de la película quizá les eche un vistazo) y por lo tanto no tengo ni idea de si esto también pasa en la historia dibujada en papel pero Kick-Ass me resulta un héroe cutre, muy cutre. Sí, lo sé, esa es la imagen que quiere dar, de perdedor estilo Peter Parker de las pelis de Raimi que por caprichos del destino se convierte en el héroe de turno. No me molestan este tipo de personajes al ver cómo van venciendo sus demonios internos y se van superando a si mismos. Pero tienen que tener el mínimo de carisma y Kick-Ass no lo tiene ni rebuscando en sus rizos. Cada vez que salía en pantalla miraba el reloj para ver cuando desaparecía y no digamos ya su historia de amor metida a calzador con la chica guapa de su clase, no se la cree nadie, para empezar ni ellos mismos. Viendo las cosas como van esta película se podría haber llevado por mi parte perfectamente un 3 o un 4...

...ah, amigo, pero es que ahora toca hablar de los secundarios. Y estos, menos mal, llegan pisando fuerte. Ahí tenemos un simpático Nicolas Cage como justiciero de la noche y con un parecido curioso al de un murciélago (¿de qué me sonará?), un interesante villano interpretado por Mark Strong que da el pego como jefe mafioso e incluso me hace gracia el idiota de su hijo con ese ceceo continuo. Pero la estrella de la función es sin duda la impresionante Chloë Grace Moretz. La joven actriz se calza un traje de superheroína oscuro, una peluca violeta y se lía a desmembrar mafiosos como quién corta pan. La niña está tremenda en su papel, se come la pantalla cada vez que sale y las escenas de acción más divertidas (y sangrientas) son todas suyas. Lo cual hace que me pregunte otra vez, ¿por qué no es ella la protagonista? Las escenas del despistado de verde sobran y más protagonismo de la niña se piden a gritos.

Por lo tanto "Kick-Ass" es una película algo irregular y el nivel de atención que tendrá el espectador sobre la misma dependerá en gran medida de quién salga en pantalla. La primera parte más centrada en el friki de verde es quizás la más aburrida porque además la acción brilla por su ausencia. Afortunadamente la película gana enteros en su media hora final donde se reparten tiros a tutiplén y Hit-Girl hace de las suyas.

En definitiva, "Kick-Ass" es una buena gamberrada para pasar un rato divertido. Aquellos que disfruten de las películas de acción, les gusten las pelis de superhéroes y les vaya la violencia y el humor negro del estilo Tarantino (me pregunto cómo hubiera sido esta película si la hubiera dirigido él, me emociono de pensarlo) tienen aquí un visionado muy recomendable.