Al acabar de ver esta irregular película, dirigida por Alex de la Iglesia, me encuentro con sentimientos contrapuestos. Por un lado, pienso que merece la pena echarle un vistazo solo sea por las carcajadas que sueltas, su originalidad, la inteligente y atrevida denuncia de fondo, el buen hacer de los actores... Por otro, te encuentras con que invertir el tiempo en su visionado debe hacerse sin pensar en darle lógica a las disparatadas situaciones que se suceden.
Ingredientes interesantes tiene: ver a un cura majareta que intenta salvar a la humanidad del apocalipsis, a un heavy Santiago Segura caracterizado a la perfección con apariencia de viejuno, personajes como el de Terele Pávez que aterra al más valiente, su mezcla de géneros curiosa, estupendo juego de luces... En definitiva, todos estos pequeños aspectos positivos, al ser bastantes, dejan un buen sabor en el conjunto. Sin embargo, chirrían mucho sus ridículas escenas, los últimos diez minutos no coges nada de lo que se está contando, hay mucha ostia mal repartida cada momento, sangre por un tubo, todo la violencia gratuita empleada resulta excesiva.
De esta forma, es una película recomendable por su novedosa temática, que significó el salto de Segura como un buen cómico, que pone a Alex Ángulo como cura peligroso de forma encomiable, pero que deja muchas dudas cuando ves que no sabes hacia donde quisieron llevar la historia sus creadores.
Mis almas gemelas le dan de media hasta un 7,3!!!! me habrá pillado exigente pero yo le doy un aprobadillo sin más. Hay que mirar que es del 95, y que bueno, uno se ha medio entretenido.