Tengo cierta reticencia a las series policíacas, simplemente porque todas parecen iguales. Pero “Leyendas” no es exactamente eso, así que le he dado una oportunidad. Los casos que resuelve el protagonista no son sencillos, y para resolverlos usa la infiltración, con identidades falsas conocidas como leyendas.
Uno de sus aciertos es contar con Sean Bean, un actor curtido en todo tipo de cine, que con su buena interpretación consigue forjar un personaje creíble. Además, el argumento le permite desarrollar diferentes personalidades. Hasta consigue que nos creamos que es un héroe de acción, aunque ya esté un poco “granadito”, la verdad.
Como segunda de a bordo tenemos a Ali Larter, que hace poco más que lucir palmito. Es muy curioso cuando al principio de la serie se tiene que hacer pasar por “stripper”. Creo que es un guiño claro a su personaje en “Héroes”.
Por momentos me ha recordado vagamente a “24”, salvando muchísimo las distancias, en el sentido de que el protagonista hace lo que haga falta para cumplir su misión. Aunque realmente dista mucho de la serie de Kiefer Sutherland, en lo que a acción y ritmo se refiere.
Otro punto a su favor es que no tira por el camino fácil de ser una serie procedimental (de capítulos autoconclusivos). Su premisa habría dado pie a algo así, pero afortunadamente los guionistas se han esforzado un poco y nos traen una historia continuada, con finales de episodio que nos dejan con las ganas de seguir (los llamados “clffhangers”), y una trama que sabe mantener el interés, relativamente. Aunque también hay que reconocer que no por ello el ritmo es demasiado frenético. Se toma su tiempo para desarrollar personajes en secuencias más calmadas. En cuanto a la acción, pues echo en falta más cantidad y más intensidad. Lo cierto es que la serie no sabe transmitir demasiadas emociones incluso en los momentos de más peligro.
Eso sí, en la recta final de la temporada han sabido explotar sus virtudes y mejorar a nivel general. Y me quedo con el cambio que hace de policíaca a espionaje en poco tiempo.
Al principio tenía mis dudas de si sería una serie mala que se aprovechara de la fama de su actor principal, y realmente no lo es, aunque tampoco es de notable o sobresaliente. Está lo suficientemente bien para no dejarla, lo cual ya es decir algo con la montaña de series que hay hoy en día para elegir.