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España España · Madrid
Voto de Naran:
6
Thriller. Terror Cinco jóvenes, cada uno con un oscuro secreto que ocultar, van a vivir juntos a una casa aislada durante 6 meses, mientras todos sus movimientos son filmados por numerosas cámaras. (FILMAFFINITY)
14 de diciembre de 2007
18 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al más puro estilo Gran Hermano, cinco jóvenes se comprometen a vivir juntos en una casa durante seis meses; numerosas cámaras filman cada uno de sus movimientos, que luego se retransmiten a todo el país por medio de Internet. El premio es de un millón de dólares. Cada uno de ellos se ha apuntado movido por una razón diferente: la fama, el dinero, la aventura... Pero existe una regla en la casa que hace que este juego sea diferente del formato televisivo habitual: si un jugador deja la casa, todos pierden. El juego se convierte en un test moral, cuando descubran que, para ganar el premio, no basta con la simple convivencia...
Un día de aburrimiento, unos cuantos compañeros amantes del terror y yo decidimos ver La cámara secreta (My little eye), que es, según aseguran los expertos de diversos periódicos americanos, la mejor película de terror desde El exorcista. Esto promete.
Pues que desilusión. Mientras que sólo catalogaría como terrorífica la última parte, esta película británica es un thriller psicológico en el estilo del falso documental tan de moda por la época, con La bruja de Blair o Aro Tolbukhin como exponentes más conocidos. El director inglés Marc Evans se apunta a la moda y le sale una película entretenidilla, con un método de rodaje inusual y con toques de ejercicio de estilo. Con la utilización de tanta cámara, toda la realidad de los personajes se distorsiona para crear una ficción dentro de la propia ficción del filme.
Los personajes, cómo no, son tópicos obligatorios del cine de terror: la tímida, la desinhibida, el responsable, el egoísta y el marginado. Los actores que los interpretan, casi no han hecho cine y proceden de la televisión, lo que quiere decir que sólo los conocen sus madres y los cuatro fans de sus series. Diálogos, totalmente prescindibles (suponemos que imitan al GH). Mucha improvisación que por al menos garantiza algo de naturalidad y asegura la identificación del espectador con los personajes.
Un principio muy lento. Después se suceden los típicos obstáculos que generan la intriga gradual hasta que se descubre el todo el pastel: una carta que anuncia la muerte de un pariente, un regalo consistente en ladrillos y una pistola, un martillo ensangrentado encima de la almohada al despertarse... Pero al filme le cuesta tanto arrancar que cuando quieres ver sangre y vísceras ya sólo quedan 15 minutos. El final, seco y atípico, lo que muestra el interés del director por redimir todos los tópicos en una secuencia bastante desagradable.
Una película bastante más interesante que todas las interminables sagas de terror adolescente americanas (aunque eso no fuera muy difícil). Dedicada a todos aquellos que siempre han deseado secretamente emprenderla a hachazos con los concursantes del Gran Hermano. Es una buena terapia.
Naran
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