He de reconocer que con esta película no puedo ser demasiado objetivo. Es probablemente mi película favorita y para mí una obra maestra sin parangón. LA PELÍCULA, así, en mayúsculas. Un guión memorable, unas interpretaciones magníficas (Morgan Freeman y Tim Robbins forman la pareja perfecta), una banda sonora descomunal, un final increíble en el que todo encaja y que dura como 30 minutos y sobretodo algunos de los mejores diálogos de la historia. Nunca olvidaremos frases como la que titula esta crítica o "Brooks no esta loco, solo esta... institucionalizado". Esta obra emociona como pocas y de verdad llega adentro. Me da la sensación de que no le sobra ni le falta ni un minuto de metraje. No conozco a nadie que no le guste. Una película muy profunda, que habla de sentimientos tan humanos como la amistad o la esperanza. De como un hombre aunque lo pierda todo siente que la vida merece ser vivida, que vale la pena creer siempre.
Podría seguir hablando de los excelentes secundarios (inolvidable Brooks) muy bien tratados y que tienen un gran peso en la historia, de la fotografía, de las voces en off de Red, de como al verla varias veces descubres nuevos detalles que hacen encajar mejor el guión, pero necesitaría muchas líneas. Tan solo diré dos cosas: películas como Cadena Perpetua si son obras maestras del cine y no mentiras como Casablanca. Y dos: felicidades a los que no la han visto porque son privilegiados por poder disfrutarla por primera vez.