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Polonia Polonia · Galitzia
Voto de Valkiria:
8
Aventuras. Drama Durante un safari en África, un cazador profesional (Gable) se encuentra dividido entre una recién casada, rubia y de apariencia gélida (Kelly), y una volcánica morena de turbio pasado (Gardner). Victor Marswell se dedica a la caza de animales salvajes para venderlos a los zoológicos de todo el mundo. Los Nordley, una pareja de recién casados, llegan al campamento buscando la ayuda de Marswell para filmar un documental sobre los gorilas. (FILMAFFINITY) [+]
13 de agosto de 2009
38 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
No puedo dejar de pensar que, manda huevos... la censura española de turno, prefirió hacer pasar al marido de Grace Kelly por su hermano por eso de eludir el escabroso asunto del adulterio amortiguándolo en favor del incesto. Qué asquito...

El caso es que quien en el momento estuviese a cargo de la supervisión y doblaje de la cinta eligió como mal menor la intrahistoria folletinesca entre hermanos (que no existió jamás), antes que claudicar ante el sexto, noveno y al menos décimo de los Mandamientos de Moisés:

-Sexto: “No cometerás actos impuros” (peca el trío).
-Noveno: “No consentirás pensamientos ni deseos impuros” (pecan los tres).
-Décimo: “No codiciarás los bienes ajenos” (pecan Gable, Gadner y Kelly).

Pero como Ava y Gable son un par de putones morenos lo consentimos. La desgracia es que Grace Kelly está condenada para los restos, por ser rubia y angelical, por quebrantar al menos tres de las diez leyes divinas.

Pero más divina era ella. Fuera del rodaje de “Mogambo”, pretendió a Gable y se benefició a quien le dio la gana. Pese a todo, buen gusto no tuvo nunca la Princesa monegasca, por lo visto, ni echándose a los brazos del protagonista de “Lo que el viento se llevó” y menos aún a los de Rainiero.

La cosa queda entre machos con mostachos.

Aún así, prefiero a Gracia, (dentro de la historia contada por Ford), como pareja de Gable. No por desmerecer a la bella Gadner sino porque, en fin, la tentación, dicen, siempre fue rubia y en este caso tan cándida que está visto que la Kelly no sobreviviría a un rechazo del cazador de rinocerontes cuando Ava, sí, se pondría borde ante una pantera negra.

Por otro lado, Ava, mucho más resuelta y vivaz, baja por la calle de la amargura a mi amado Gregory Peck, en ese mismo año de rodaje en “Las nieves del Kilimanjaro”. Es más española, más morena, más “¡cagüen la mare que te parió! ¿a que te zosco?!” que la principesita monegasca, aparentemente desvalida.

Buena película: de estupendas secuencias bien calzadas, cacerías y safaris y bien avenidas a la trama. Eso sí: con un esnobismo intercultural, como en “Hatari”, con choque de civilizaciones muy incorrectamente político (pero nos la pela) y millones de mosquiteros y viseras tapiocas que provocan en realidad, apiadarte de los mosquitos.

No dejamos de entrometernos en un hábitat invadido por estúpidos blancos que no hacen sino repudiar usos, costumbres y fueros de los indígenas. Y de asesinar mosquitos.

Aventuras, rinocerontes, leones y tres animales en celo: Gable, que no vale un real; Ava, que es más Ava que nunca y Kelly, la mosquita guapa en el país de las mosquitas muertas que siempre quiso Ford.

Nuevamente, Johny Ford juega con nuestra poligámica condición y le da la razón, cómo no, al macho Gable en una extraordinaria película de triángulos amorosos, aventuras y emociones que tenéis que ver sin excusa, causa mayor o estado de excepción.

Peliculón.
Valkiria
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