Haz click aquí para copiar la URL
España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
8
Drama Tres estafadores que operan en Roma, Augusto, Roberto y Picasso, preparan un golpe con la ayuda de otro timador, conocido con el sobrenombre de "El Barón". Éste les espera en una solitaria carretera para entregarles las instrucciones. El trío llega a una casa de campo donde, aprovechándose de la buena fe de unas pobres mujeres, les estafan cerca de medio millón de liras. (FILMAFFINITY)
4 de febrero de 2007
43 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segundo film de la "trilogía de la soledad", de Federico Fellini, basado en hechos reales. Se rodó en exteriores del Acueducto del Agua Feliz, Cerveti y Marino (Lacio, Roma) y Roma y en los Estudios Titanus (Roma). Fue nominado a León de oro de Venecia. Producido por Mario Derecchi, se estrenó el 9-IX-1955 (Italia).

La acción tiene lugar en Roma y alrededores en 1953/54. Augusto (Broderick Crawford), Roberto (Franco Fabrizi), Carlo "Picaso" (Richard Basehart) y el Barón Vargas (Giacomo Gabrielli) forman una banda de timadores dedicada a estafar a personas sencillas e impresionables. El cerebro del grupo es Vargas, que prepara los golpes. Augusto es el protagonista de su ejecución, tiene 48 años, se siente atrapado por la edad y la soledad. Roberto desea emular a Johnny Ray y busca divertirse y gozar de la vida. Carlo está casado con Iris (Giulietta Masina), es un pintor frustrado y roba para sostener a la familia.

La película explica una historia dramática y amarga, de personajes derrotados por la pobreza, la falta de habilidades personales y la escasez de oportunidades de la Posguerra en Italia. Son personas desesperadas y desarraigadas, que malviven abusando de la credulidad de ingenuos, a los que engañan con el timo del tesoro escondido. Usan hábitos clericales para acrecentar la verosimilitud de sus propuestas y ganar la confianza de las víctimas (viudas, labradores, discapacitados). Los hurtos que hacen en la ciudad son descubiertos con facilidad. El relato evoluciona desde la exploración del patetismo que envuelve las figuras de los timadores, los timados y las situaciones que los reúnen, hacia la emergencia gradual de la mala conciencia, el desasosiego moral y el rechazo interior de timos, cuyas víctimas son personas frágiles y desheredadas que venden medios de subsistencia (vacas) o renuncian a medios de producción (mulos), en un contexto de angustiosa y mísera precariedad. El film deja de lado las cuestiones éticas y morales, para adentrarse en los aspectos humanos. La narración, saturada de melancolía y tristeza, construye un discurso poético que extrae lirismo de la desventura. Exento de sentimentalismos, aporta un dibujo penetrante de la soledad, los sentimientos de culpa, los propósitos dificilísimos de enmienda y los deseos de redención. La escena en la que Augusto es identificado por una de sus víctimas en el cine ante su hija y la conversación que mantiene con una muchacha poliomelítica, son memorables.

La música, de Nino Rota ("El padrino", 1972) refuerza el aire melancólico y dramático con melodías jazzísticas excelentes. Añade canciones del momento en las escenas de las fiestas sociales. La fotografía realza el realismo y el sentido tragicómico. Broderick Crawford ("El político", 1949) ofrece una interpretación sentida, ajustada y rica en matices. Masina brilla en un papel breve pero deslumbrante. Considerado un film menor, contiene elementos de gran potencia cinematográfica.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow