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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
7
Drama George Randal es un ladrón que entiende y justifica su actividad delictiva como una forma de rebelión contra la burguesía, clase social a la que detesta. El robo es una profesión que Randal lleva ejerciendo desde niño y gracias a la cual se ha enriquecido lo suficiente para acabar, paradójicamente, viviendo al más puro estilo burgués. (FILMAFFINITY)
31 de julio de 2008
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Séptimo largometraje de Louis Malle. Escrito por él en colaboración con Jean-Claude Carrière y Daniel Boulanger (diálogos), se inspira libremente en la novela "Le voleur" (1897), de Georges Darien. Se rueda en platós decorados por Jacques Saulnier. Producido por Norbert Auerbach, se estrena el 22-II-1967 (Francia).

La acción principal se sitúa en Paris, con salidas a Versalles, Bruselas y Londres, entre los últimos años del XIX y los primeros del XX. Georges Randal (Belmondo), hijo de una familia acomodada, queda pronto huérfano y bajo la tutela de su tío Urbain Randal (Lude). Cuando termina los estudios y tras cumplir el servicio militar, se encuentra que el tío ha dilapidado su herencia y ha convenido el matrimonio de su prima y novia Charlotte (Geneviève Bujold) con un vecino rico.

El film es una comedia dramática de época, con componentes de aventuras, romance, humor, tensión policíaca y descripción de costumbres. La novela en la que se inspira es obra de un autor de tendencias anarquistas, que no oculta en los textos sus posiciones anticlericales, anticoloniales, anticapitalistas y antisistema. Olvidado tras su muerte, Georges Darien es redescubierto a mediados de los 50, a raíz de la reedición de "Le voleur". Malle se mofa de los viejos y nuevos ricos, poniendo de manifiesto su petulancia, mediocridad e hipocresía. Desgrana un análisis cáustico sobre el enriquecimiento, el mundo de los negocios y las relaciones de los ricos con el poder. Identificándose con el protagonista, explica su visión crítica de la burguesía, individualista e insolidaria, a la que considera incapaz de servir al bien común. La figura del tío Urbain, cínico, tramposo y codicioso, es para él la encarnación de la misma. A lo largo del relato Georges deviene un adalid de la lucha contra una clase dominante, egoísta y expoliadora, a la que quiere herir donde más le puede doler: la riqueza y el dinero, simbolizados por joyas, valores, billetes, cajas fuertes, carteras, etc.

A través del protagonista propone una vida amorosa de encuentros esporádicos y romances efímeros, basados en la libertad sexual que arraigó a lo largo de los 60 en Europa y en EEUU. Rodada tras "¡Viva María!" (1966), es la segunda cinta realizada al amparo del contrato firmado por Malle con la United Artists. No es una obra culminante del autor, pero es atractiva e interesante.

La música, de Henri Lanoë, se limita a unos pocos insertos de piano, breves y románticos, dedicados a Charlotte. La fotografía, de Henri Decaë ("Los 400 golpes", 1959), presenta un excelente trabajo de cámara. Demuestra preferencia por colores y tonos sobrios (pastel, marrones oscuros). Resalta el humor visual (ladrones en el tejado, cena política), al que acompañan algunos apuntes de humor negro y macabro. Las buenas interpretaciones de Belmondo y Bujold muestran la habilidad de Malle en la dirección de actores. La banda sonora es rica en efectos sonoros realistas (trino de jilgueros, pasos, campanadas...).
Miquel
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