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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
8
Romance. Drama Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), un soldado alemán que combate en el frente ruso obtiene un permiso para volver a Alemania. Tras comprobar que su casa ha sido bombardeada, emprende la búsqueda de sus padres desaparecidos; al mismo tiempo, conoce a la hija de un preso político y se enamora de ella.
8 de junio de 2010
37 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Penúltimo film de Douglas Sirk (Hamburgo 1900 – Lugano 1987). El guión, de Orin Jannings, adapta la novela “Zeit zum Leben, zeit zum Sterben (1954), del novelista alemán Erich Maria Remarque, pseudónimo de Erich Paul Remark (1898-1970), que estuvo casado (1958-1970) con Paulette Goddard. Se rueda en escenarios naturales del CCC-Atelier Spandau (Berlín) y de las proximidades de Berlín, y en estudio. Producido por Robert Arthur para Universal, se estrena el 9-VII-1958 (NYC).

La acción dramática tiene lugar a comienzos de la primavera de 1944, en el frente ruso de Alemania (sin mayores especificaciones) y en la pequeña localidad germana de Werden (Renania del Norte-Westfalia), durante algo más de un mes, con especial referencia a los 21 días de permiso del soldado Ernst Graeber (Gavin). Se reencuentra inesperadamente con Elizabeth (Pulver), hija única, de 20 años, del médico de cabecera de su familia, el Dr. Kause. En Werden, Ernst se relaciona con su antiguo condiscípulo Oscar Binding (David), son su antiguo maestro el profesor Polhmann (Remarque) y con los militares de la enfermería Hermann Boettcher (DeFore), Reuter (Wynn) y otros. Ernst tiene 24 años, lleva algo más de dos años sin visitar Werden y es honesto, sincero, susceptible y algo ingenuo. En el frente su mejor amigo es Immerman (Mahoney). Ella es de carácter fuerte, tiene gran sentido de la dignidad y del amor propio, trabaja en una planta de confección de capotes militares, se encuentra sola y vive preocupada por su padre, deportado a un campo de concentración y condenado a trabajos forzados por haber manifestado que pensaba que Alemania no podía ganar la guerra.

El film suma drama, romance y guerra (IIGM). Desarrolla una narración realista, que se apoya en el uso de contrastes y antítesis (amor/odio, muerte/primavera, horror/ternura...), en un estilo fluido y ligero, unos diálogos naturales (alejados de la farragosidad de la novela) y una portentosa visualidad. Crea una atmósfera trágica que con variación de matices informa todo el metraje. El espacio en el que tiene lugar la acción principal se presenta derruido por las bombas, convertido en un escenario de formas fantasmagóricas, distorsionadas y fragmentadas que lo transforman en un lugar de congoja y pesadilla.

El realizador incorpora a este paisaje numerosos signos de la muerte. Prácticamente toda la ciudad habla de muerte. Lo hace por medio de elementos anteriores a la guerra (caballo disecado), amenazas ciertas (Gestapo), personas ocultas en lugares inhóspitos, dibujos en las paredes del refugio (bombas que caen sobre personas indefensas), ceremonias fúnebres (comitiva de un entierro), sonido y efectos de los bombardeos (traje en llamas de una mujer), etc. La presencia singular de la muerte se convierte en un fenómeno masivo en la casa del comisario político del lugar, cuyas paredes muestran los bustos disecados de multitud de gamos, cornamentas de ciervos sacrificados y escopetas de caza.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
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