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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
7
Comedia El padre de Nicole, un legendario coleccionista de arte, presta su preciada Venus de Cellini a un prestigioso museo parisino. Pero la Venus no es auténtica, la ha esculpido su abuelo, que era un falsificador lo mismo que su padre. Antes de que se descubra la estafa, Nicole contrata los servicios de Simon Demott, un ladrón de guante blanco, para robar el original. (FILMAFFINITY)
16 de febrero de 2006
57 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tercera y última colaboración de Audrey Hepburn con William Wyler ("Vacaciones en Roma", 1953). Rodada en exteriores de París y en estudio, se estrenó en enero de 1966. Fue nominada al WGA al mejor guión de comedia americana. El productor fue Fred Kolhmar ("Pal Joey"), en su penúltimo trabajo.

La acción tiene lugar en París en 1965. Narra la historia de Nicole Bonnet (Hepburn), hija de un rico propietario, pintor de falsificaciones de grandes maestros, como Van Gogh, que pone a la venta. Cuando Nicole advierte que su padre, Charles (Hugh Griffith), ha cometido el grave error de ceder temporalnente al Museo Nacional una falsa "Venus" de Cellini, decide contratar los servicios de un ladrón de guante blanco, Simon Dermont (Peter O'Toole), para recuperar la pieza antes de que se advierta su falsedad.

La película es una comedia de humor, deliciosa y cautivadora, que se apoya sobre todo en la expresión visual. Enmarca la acción en un ambiente elegante y distinguido, en el que Hepburn se encuentra muy cómoda. Su relación con Simon muestra una simpatía que traspira frescura y verosimilitud. La imagen del padre, exagerada y chocante, refleja inconciencia, falta de sentido del riesgo y escasísima inteligencia, lo que obliga a la hija, lúcida y hábil, a asumir el papel de hada protectora, aún a riesgo de la propia seguridad. Son escenas destacadas la del trastero de dimensiones muy reducidas que usan los protagonistas durante el robo; la visita de Nicole al Ritz, vestida de negro y con el rostro cubierto con un velo, para contratar a Simon; la marcha por las calles de París del forgón blindado con escolta. Las imágenes exteriores de París constituyen un gratificante documento retrospectivo.

La música es de John Williams, en una de sus primeras intervenciones en cine. Ofrece una excelente banda sonora, ajustada a la acción, que incluye marchas metálicas triunfales (recorrido del furgón), solos románticos de piano (encuentros de Nicole y Simon), composiciones orquestales que subrayan la comicidad y silencios que elevan el clima de suspense (escena del robo). La fotografía, de Charles Lang, incluye planos secuencia, visiones panorámicas con preferencia sobre primeros planos y un movimiento de cámara que no sigue a los actores, sino que deja que éstos se muevan en el espacio escénico. Usa una paleta exhuberante de colores vibrantes, muy bien armonizados. El vestuario de Hepburn, diseñado por Givenchy, su modisto preferido, es variado y magnífico. Las joyas de Cartier refuerzan el aire de distincion de Nicole. El guión, último trabajo de Henry Kurnitz ("Hatari!"), desarrolla la acción de modo irónico y alegre, con diálogos chispeantes y malentendidos jocosos. La dirección exhibe maestría, si bien imprime a la acción un ritmo más pausado del conveniente a una comedia.

Película de grato entretenimiento, de humor fresco y jovial, en la que el factor visual es el elemento más importante de la narración.
Miquel
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