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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
8
Ciencia ficción. Fantástico Seis valientes astronautas viajan en una cápsula espacial de la Tierra a la Luna. La primera película de ciencia-ficción de la historia fue obra de la imaginación del director francés y mago Georges Méliès (1861-1938), que se inspiró en las obras "From the Earth to the Moon" (1865) de Julio Verne y "First Men in the Moon" (1901) de H. G. Wells. Se trata de un cortometraje de 14 minutos de duración realizado con el astronómico ... [+]
16 de julio de 2006
184 de 201 usuarios han encontrado esta crítica útil
Corto (14') realizado por Georges Méliès (1861-1938), en el que interviene como productor, guionista, actor, director de fotografía y creador de efectos visuales. Se basa en la novela "De la tierra a la Luna" (1865) de Julio Verne y en "El primer hombre en la Luna" (1901) de H.G. Wells. Se rodó en estudio, con un presupuesto de 10.000 francos. Se estrenó en 1902.

La acción tiene lugar en Coventry, París y la Luna, en 1902. Narra la historia del profesor Barbarrevuelta (Georges Méliès), que propone a un grupo de científicos reunidos en un Congreso en Coventry (RU), la realización de un viaje a la Luna. Con la ayuda de 15 colegas voluntarios, dirige en París la construcción de una cápsula espacial y el fundido de un cañón gigantesco para lanzarla al espacio. Una vez en la Luna, los aeronautas duermen bajo la atenta mirada de las estrellas. Al despertar, comprueban la existencia de pobladores de la Luna, los selenitas, que los retienen y llevan ante su rey. Al ver que éstos se convierten en una nube de polvo al recibir un golpe de paraguas, aprovechan su desconcierto para huir. Emprenden el regreso a la Tierra, después de despeñar la cápsula desde un acantilado hacia el espacio.

La película constituye la primera obra de Sci-Fi, con elementos tan característicos del género como las cápsulas espaciales, los viajes fuera de la atmósfera, la exploración de astros nunca vistos, descubrimientos sorprendentes y los amerizajes. La obra rebosa imaginación, fantasía y humor, que se concretan en la forma de rostro humano que adquiere la Luna, la caída aparente de la cápsula en el lagrimal de uno de sus ojos, la observación de que son objeto desde las estrellas, la compañía que reciben de las constelaciones, el aspecto entre inocente y monstruoso de los selenitas, indefensos ante los golpes de paraguas, etc. El tono del relato, impregnado de un amable sabor surrealista, juega con el absurdo y lo imposible, como elementos básicos de un relato fantasioso, movilizador del ensueño cinematográfico. Los cortos de la época tenían una duración aproximada de 2 minutos y trataban temas de la vida cotidiana. Méliès ensaya con éxito innovaciones de duración y de contenidos. La realización de películas fue para Méliès una fuente de ingresos hasta que el negocio declinó por la presión de la competencia y el estallido de la IGM.

La fotografía se beneficia de efectos visuales muy imaginativos. El vestuario evoca reminiscencias mágicas, que sitúan el conocimiento humano en la frontera de los poderes ocultos. Los decorados sobresalen por su variedad y riqueza de detalles. El guión construye una historia fascinante y entretenida. La interpretación corre a cargo de 9 profesionales y numerosos extras, que expresan sorpresa, osadía, discusiones, temor y triunfo. La dirección se beneficia de su experiencia previa como actor teatral e ilusionista.

La película explora los secretos y posibilidades del cine más allá de los límites de las obras realistas de la época.
Miquel
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