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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
8
Drama. Romance Norte de Francia 1920. Casi dos años después de acabar la Primera Guerra Mundial, una bella y elegante mujer sigue intentando tener noticias de su marido, un militar desaparecido en el frente. Desplazada al aún desolado lugar de los sangrientos combates, conoce al comandante Dellaplane, responsable de una sección del ejército francés encomendada a la búsqueda e identificación de las víctimas de la guerra, pues miles de soldados ... [+]
3 de marzo de 2006
35 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dirigida por Bertrand Tavernier, se rodó en Verdún y alrededores. Ganó un BAFTA (película en lengua no inglesa), 2 César (actor y música original), un David di Donatello (actor extranjero), 2 premios europeos (actor y Premio Especial del Jurado), un LAFCA (film extranjero) y otros. Obtuvo 9 nominaciones a los César.

La acción tiene lugar en los alrededores de Verdún, a partir de octubre de 1920, con un apéndice (enero de 1922). Narra la historia del mayor Dellaplane (Phillip Noiret), encargado de la búsqueda e identificación de militares franceses desaparecidos durante la IGM. En su camino se cruzan dos mujeres: Irene de Courtil (Sabine Azema) y la maestra Alice (Pascal Vignal). La primera anda en busca de su marido y la segunda en busca de su amante, ambos desaparecidos en la guerra. Contrata a la segunda como ayundante de correspondencia y siente por la primera una creciente simpatía.

La película narra el absurdo de la guerra y la estela de desolación que deja, perceptible dos años después de su finalización. En obras anteriores, el autor había mostrado su preocupación por la muerte, que presentaba como una amenaza inquietante y próxima. Aquí, la muerte es una realidad tangible, espantosa, omnipresente, trágica y absurda. Más de un millón y medio de muertos y más de 350.000 desaparecidos han dejado al país en la ruína y a sus habitantes sumidos en la desesperación. El director transforma la narración trágica en una descripción lírica, profundamente poética. La desesperación se desgrana en versos de acendrado lirismo y gran belleza. Son escenas destacadas la de los familiares que buscan sobre una larga mesa objetos que permitan identificar a los suyos, la negativa de Dellaplane a seleccionar los restos del soldado desconocido (a enterrar bajo el Arco de Triunfo, de París), porque para él todos son identificables y la visión del túnel dinamitado por los nazis al paso de un tren de Cruz Roja.

La música, de Oswald D'Andrea, aporta una partitura original de cuerdas y viento, que evoca las composiciones de los años 20, especialmente las de Chostakovitch. Consta de 11 piezas, de gran belleza, de las que cabe destacar "Jinetes en la playa" y "La carta". La fotografía muestra preferencia por los paisajes brumosos, las imágenes sombrías y los grises azulados. El guión presta gran atención a la belleza de la palabra. Junto al absurdo y el horror, halla espacio para el humor, como el de la inesperada y precipitada sustitución de la maestra por el titular de la plaza, mutilado de guerra; la euforia del escultor; y las pretensiones de unos ciudadanos para que se alteren los límites de su municipio al objeto de que le corresponda algún caído en guerra para poder optar a subvenciones. La interpretación de Noiret es soberbia. La dirección deja constancia de su madurez y de una gran capacidad cinematográfica.

Película multipremiada. Antibelicista, repudia el absurdo de la guerra y describe con lirismo sus secuelas de miseria y desolación
Miquel
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