Media votos
6,7
Votos
5.206
Críticas
1.665
Listas
182
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Miquel:
9
8,2
30.903
Cine negro. Intriga
Un agente de la policía de narcóticos (Heston) llega a la frontera mexicana con su esposa justo en el momento en que explota una bomba. Inmediatamente se hace cargo de la investigación contando con la colaboración de Quinlan (Welles), el jefe de la policía local, muy conocido en la zona por sus métodos expeditivos y poco ortodoxos. Una lucha feroz se desata entre los dos hombres, pues cada uno de ellos tiene pruebas contra el otro. (FILMAFFINITY) [+]
8 de septiembre de 2008
55 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran film de cine negro, una de las realizaciones más acreditadas de Orson Welles. Éste interviene como director, guionista y actor. El guión se basa en la novela "Badge of Devil" (1956), de Whit Masterson. Se rueda en exteriores de Venice (LA) y en los platós de Universal Studios (Universal City, CA), con un presupuesto de serie B. Producido por Albert Zugsmith para Universal, se estrena el 23-IV-1958 (LA).
La acción dramática tiene lugar en Los Robles, pequeña localidad fronteriza situada a caballo entre Méjico y EEUU, en 1957, a lo largo de un par de días. El inspector de la policía mejicana Ramón Miguel Vargas (Heston) llega al lugar con su mujer Susan (Leigh) en viaje de luna de miel. Poco después se produce en la zona estadounidense una explosión de un automóvil, que cuesta la vida a dos personas. Se hace cargo de la investigación el inspector americano Hank Quinlan (Welles), asistido de su ayudante Pete Menzies (Calleia). Vargas, mejicano, es joven, honesto, riguroso y respetuoso con la ley. Quinlan, de unos 55 años, es obeso, amargado, vanidoso, despótico y carece de escrúpulos. Basa su trabajo en el olfato de sabueso que le asiste, sin reparar en artimañas. Susan, americana, es coqueta, ingenua, inexperta y frágil.
El film es una obra clásica de cine negro. Supone el retorno de Welles a Hollywood, a instancias de Charlton Heston, tras algo más de 8 años de ausencia del país. Ésta fue la última realización del autor en EEUU. La Universal modificó su trabajo introduciendo algunas grabaciones nuevas, cortes y cambios de montaje, que provocaron el rechazo del autor, razonado y fundamentado en un detallado informe escrito. Con motivo de la restauración del film en 1998 y gracias a los archivos de la productora, se pudieron introducir casi todas las modificaciones sugeridas por Welles en su informe (15 en total).
El relato presenta un mundo inquietante y tenebroso, poblado de personajes siniestros, malvados y crueles, movidos por la vanidad, la ambición y la crueldad. La atmósfera que se crea es densa, angustiosa y perversa. Los Robles deviene símbolo de un mundo dominado por el caos, la corrupción y el desgobierno, en el que se confunden el bien y el mal, porque se han perdido las referencias. La venganza, el odio, el chantaje, el secuestro de personas, la violación y el asesinato se han adueñado de la ciudad. En este escenario se entabla entre Quinlan y Vargas una lucha feroz y sin cuartel, que ejemplifica el enfrentamiento entre el bien y el mal. Welles encarna la figura de un servidor público deshonesto, brutal y diabólico. A través de él y de sus colaboradores palpita en el ambiente la presencia del mal y de su poder destructivo. De su mano la verdad se transforma en una ficción, la justicia en un capricho, el orden en el imperio del más fuerte, la honestidad en la aspiración de los proscritos.
La acción dramática tiene lugar en Los Robles, pequeña localidad fronteriza situada a caballo entre Méjico y EEUU, en 1957, a lo largo de un par de días. El inspector de la policía mejicana Ramón Miguel Vargas (Heston) llega al lugar con su mujer Susan (Leigh) en viaje de luna de miel. Poco después se produce en la zona estadounidense una explosión de un automóvil, que cuesta la vida a dos personas. Se hace cargo de la investigación el inspector americano Hank Quinlan (Welles), asistido de su ayudante Pete Menzies (Calleia). Vargas, mejicano, es joven, honesto, riguroso y respetuoso con la ley. Quinlan, de unos 55 años, es obeso, amargado, vanidoso, despótico y carece de escrúpulos. Basa su trabajo en el olfato de sabueso que le asiste, sin reparar en artimañas. Susan, americana, es coqueta, ingenua, inexperta y frágil.
El film es una obra clásica de cine negro. Supone el retorno de Welles a Hollywood, a instancias de Charlton Heston, tras algo más de 8 años de ausencia del país. Ésta fue la última realización del autor en EEUU. La Universal modificó su trabajo introduciendo algunas grabaciones nuevas, cortes y cambios de montaje, que provocaron el rechazo del autor, razonado y fundamentado en un detallado informe escrito. Con motivo de la restauración del film en 1998 y gracias a los archivos de la productora, se pudieron introducir casi todas las modificaciones sugeridas por Welles en su informe (15 en total).
El relato presenta un mundo inquietante y tenebroso, poblado de personajes siniestros, malvados y crueles, movidos por la vanidad, la ambición y la crueldad. La atmósfera que se crea es densa, angustiosa y perversa. Los Robles deviene símbolo de un mundo dominado por el caos, la corrupción y el desgobierno, en el que se confunden el bien y el mal, porque se han perdido las referencias. La venganza, el odio, el chantaje, el secuestro de personas, la violación y el asesinato se han adueñado de la ciudad. En este escenario se entabla entre Quinlan y Vargas una lucha feroz y sin cuartel, que ejemplifica el enfrentamiento entre el bien y el mal. Welles encarna la figura de un servidor público deshonesto, brutal y diabólico. A través de él y de sus colaboradores palpita en el ambiente la presencia del mal y de su poder destructivo. De su mano la verdad se transforma en una ficción, la justicia en un capricho, el orden en el imperio del más fuerte, la honestidad en la aspiración de los proscritos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La fuerza de la narración principal se ve potenciada por el desarrollo de las terroríficas peripecias que en paralelo vive Susan, víctima de maquinaciones terribles. La obra plantea diversas cuestiones de interés, como el abuso de poder por parte de la policía, la impunidad de sus actuaciones delictivas, la falsa percepción por parte de algunos de que la ley no basta para garantizar la justicia, la creencia de que la defensa de la justicia puede basarse en el uso de medidas injustas, ilegales y criminales, el fracaso del hombre poderoso, la posibilidad del arrepentimiento y la improcedencia de los prejuicios étnicos. Son particularmente impresionantes las escenas del arrepentimiento del policía corrupto, del secuestro de la chica, del asesinato del colaborador de la policía, de la explosión del automóvil de Linneker, de las sabias respuestas de la pitonisa y la final.
La música, de Henry Mancini, suma composiciones latinas, rock, jazz, mixtas (jazz y percusión latina) y las melodías de la pianola. La partitura se divide en 19 cortes, de los que sobresalen "Tania's Theme", "Blue Pianola", The Chase" y "Main Tittle". La fotografía, de Russell Metty ("Espartaco"), en B/N, construye angulaciones inverosímiles, hace uso de movimientos vertiginosos de cámara, muestra perspectivas extremas, proyecta sombras inquietantes y contrasta el claroscuro. Combina planos torcidos, oblicuos, picados y contrapicados. Ofrece travellings largos, encuadres de gran complejidad, una inusual profundidad de campo y planos secuencia tan emotivos como el inicial. Las imágenes resaltan la excentricidad de los personajes y la atmósfera opresiva del film. Gran interpretación de Welles, de los protagonistas y del conjunto del reparto. Destacable intervención de Dietrich como pitonisa de oscuro pasado y de Mercedes McCambridge ("Johnny Guitar") como líder de la banda juvenil del mafioso Joe Grandi. Film memorable.
La música, de Henry Mancini, suma composiciones latinas, rock, jazz, mixtas (jazz y percusión latina) y las melodías de la pianola. La partitura se divide en 19 cortes, de los que sobresalen "Tania's Theme", "Blue Pianola", The Chase" y "Main Tittle". La fotografía, de Russell Metty ("Espartaco"), en B/N, construye angulaciones inverosímiles, hace uso de movimientos vertiginosos de cámara, muestra perspectivas extremas, proyecta sombras inquietantes y contrasta el claroscuro. Combina planos torcidos, oblicuos, picados y contrapicados. Ofrece travellings largos, encuadres de gran complejidad, una inusual profundidad de campo y planos secuencia tan emotivos como el inicial. Las imágenes resaltan la excentricidad de los personajes y la atmósfera opresiva del film. Gran interpretación de Welles, de los protagonistas y del conjunto del reparto. Destacable intervención de Dietrich como pitonisa de oscuro pasado y de Mercedes McCambridge ("Johnny Guitar") como líder de la banda juvenil del mafioso Joe Grandi. Film memorable.