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Zimbabwe Zimbabwe · Donostia
Voto de Eisens:
10
Drama Rusia, siglo XVI. Segunda parte: Iván el Terrible vuelve a Moscú, donde los boyardos (nobles terratenientes rusos) siguen conspirando contra él y consiguen incluso el apoyo de la tía del Zar, que quiere ver a su hijo (un incapacitado mental) sentado en el trono y convertido en cabeza de la Iglesia rusa, la cual, mientras tanto, acusa a Iván de herejía. Pero el Zar se adelanta al complot urdido contra él y elimina a sus enemigos con ... [+]
19 de enero de 2007
37 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tuvo problemas. A stalin no le hizo ninguna gracia que su alterego oscurizase entre dudas y crueldad. Si en la primera parte era un soñador, dispuesto a levantarse cada vez que caía, en esta segunda parte Ivan es un hombre débil, triste. Acompañado por la soledad. Su esposa fallecida, traicionado por sus amigos. Ahora no tiene a nadie que le haga compañía. Su fuerza por unir a Rusia se convierte en algo personal. Su personalidad se enturbiara. Los Boyardos decidirán matar al Zar, de cabecilla seguirá Froisiana. Cegada por la ambición de llevar a su hijo a reinar, a pesar de su clara debilidad y que le reiterara su negativa a querer serlo. Ella hará oídos sordos y seguirá cuidando a su niño (preciosa la escena en la que le canta). Vladimir coge un protagonismo que no tenía antes, jugando un factor clave en el film.

Si en la primera parte eran los ritos lo que avanzaba la historia, ahora le tocaría al espectáculo musical. Como si fuese una opera, los momentos claves tendrán un momento principal. En la obra de los tres ángeles, la canción de Froisiana y el espectaculo de la fiesta. Sobredimensionando las secuencias, dándole mucha mayor fuerza de la que ya tendrían las secuencias por si sola.

Se puede apreciar lo que pudo haber sido y no lo fue con el uso del color, en la tercera parte. Lo uso en un par de secuencias (la fiesta y el final). Muy cercano a como se usaban los filtros en el cine mudo, que enrojecían la imagen o lo azulaban. En este caso usa el rojo. Donde Ivan y Vladimir borracho le confiesa que para que querer ser Zar, Ivan dandose cuenta que tiene razón. De mientras la danza y la música reina la secuencia. Ivan al ver las intenciones que tiene el hijo de Froisana, lo llevara a su propia muerte. Lo vestirá como Zar y saldrá el primero acompañado por el séquito (todos escondidos con una capa/capucha negra, lo llevaran a la muerte como si fuesen unos espíritus mortales). Vladivir sabrá que morirá, pero seguirá su camino, harto de ser usado por su madre y desdichado por no poder vivir una vida normal.

Hay que destacar un momento, que seguramente fue lo que provoco realmente las iras del partido comunista. Ivan en un momento de la cena, llamara esclavos a todos sus aliados, es decir, al pueblo. Pasmosa valentía de Eisenstein, que se atrevió a sacarle los colores y mostrar una realidad que nadie se atrevía a decirlo y que él, por medio de la palabra de Ivan las echo. El zar de la primera parte sé convirtió en un ser patético, solitario y lleno de rencor. Convertido en una persona egocéntrica que ha dejado de mirar hacia Rusia y más a si mismo. Seguramente la ultima secuencia y que es en color fue implantando después de ver la versión que entrego Eisenstein, que vuelve al discurso de la Rusia unida que en el resto del metraje no había existido. Hay que recordar que el maestro murió antes de ver el montaje definitivo. La leyenda que fue y en la realidad que se convirtió el Zar. Seguramente Stalin prefirió la leyenda.
Eisens
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