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España España · santiago de compostela
Voto de berenice:
4
Drama. Comedia En una zona del sur de Estados Unidos, durante la Gran Depresión las gentes malviven en la pobreza y la marginación. Jeeter es expulsado por no pagar sus deudas e intentará sacar adelante a su familia pero no será fácil. (FILMAFFINITY)
30 de mayo de 2015
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película muy cansina que entra de lleno, no sé si a su pesar, en el subgénero cinematográfico de familias tronadas. Los de la Monster son unos aficionados al lado de estos, pero no vayan a pensar que por eso es divertida. Además, aquí, cómo no, entre himno e himno, y entre grito y grito, Ford nos intenta endosar otra vez su sempiterna nostalgia por el mundo que se fue. Lírica la llaman algunos. Con mucho ventilador y hojarasca a ras de suelo, inolvidable. Y es verdad que se pone de parte de los pobres; y que los banqueros son malos; y que las palizas a sus mujeres con que los maridos ornaban ese añorado mundo viril, (destrozado por el malvado progreso), son de nuevo reídas con gracieta por el director, como en tantos otros de sus films; y que no falta el crítico iluminado de turno que habla de profecías del maestro, (el maestro, en este caso, sería el autor de la novela, pero bueno...), puesto que ya denunciaba la malvada garra del capitalismo. En fin, en "Qué verde era mi valle" los mineros, al menos, bajaban a la mina; no como aquí, en que el único objetivo en la vida es la cochambre, la molicie, la decrepitud, la animalidad y la bruticie más descarnada. Y no está mal pintar la descomposición y putrefacción de todo un mundo, pintar al que fue humano convertido en animal; lo malo es que no estoy muy seguro de que estos hayan sido humanos alguna vez, por lo que se les suministran, artificialmente, unos envejecidísimos gags o, (haciendo trampas de las malas cuando conviene), unas impostaciones líricas de cuchufleta. No, amigos, ni siquiera hay sano surrealismo. Hay polilla. Y mucho aburrimiento. Mario Camus retrató muchos años después a unos pobres más pobres que estos pero llenos de dignidad. En "La ruta...", lo dicho, la familia tronada. Con patéticas sobreactuaciones de todos y cada uno de los miembros del reparto, en especial de los secundarios. Dejamos un 4, o un 5, qué más da, por algún momentillo, por sus bellas imágenes de la decadencia granjera y por la histeria del personaje más animal, el hijo Dude, lo más moderno del film.
Redondeando lo insufrible, tres cosillas: 1) la música subiendo y bajando de volumen, subrayando lo obvio obviamente, intentando que la escena tenga más gracia; o apelando al rancio mundo de ayer con esos violines remarcando hasta el hartazgo los viejos himnos metodistas con que aquellas sanas comunidades permanecían unidas . Buuuf. 2) El inequívoco tonillo teatral, apolillado, por más que salgan coches haciendo piruetas. 3) Lo previsible que es, argumentalmente, absolutamente todo, como la escena que comento en spoiler.
Dios, qué poca gracia tienen, qué mal envejecen tantas y tantas películas de John Ford.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
berenice
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