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Voto de Wellesford:
10
Drama. Bélico A través de cuatro historias se describe la lenta evolución de Cuba, del régimen de Batista a la revolución de Fidel Castro. Son cuatro narraciones que refuerzan el ideal comunista frente al capitalismo. Comenzada a filmar apenas una semana después de la 'crisis de los misiles cubanos', una singular coproducción soviético-cubana en la que, a lo largo de estos cuatro episodios, Cuba se libera de sus dependencias políticas para reafirmar ... [+]
3 de julio de 2013
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con leer su título y su nacionalidad resulta obvio que estamos ante una obra panfletaria, de propaganda comunista/leninista. Eso que quede claro a la hora de imbuirse en su visionado.
Ahora bien, dejando a un lado la inherente apología pretendida en su origen, estamos ante una verdadera joya del arte cinematográfico, poseedora de imágenes con un poder de sugestión visual incomparables. Kalatozov construye cuatro relatos sobre la gestación de la revolución cubana a base de planos secuencia primorosos, picados, contrapicados y cenitales que iluminan la pantalla con esa luz caribeña deslumbrante, elaborando fotogramas que son un placer para los sentidos.
La cámara nos lleva en volandas a través de diversos paisajes cubanos. Nos encontramos con una bellísima prostituta de los suburbios sumida en el desarraigo, que trabaja en un club nocturno; a un campesino viudo que siembra caña de azúcar (estupendos los recuerdos felices con su esposa, por medio de imágenes difuminadas) que labora ayudado por su hijo e hija, cuyas tierras son vendidas por el hacendado a una compañía americana; vemos también a los jóvenes revolucionarios clandestinos en la ciudad, saboteando auto-cines, enfrentándose a las fuerzas del orden y muriendo por la causa; por último nos topamos en la Sierra Maestra donde un campesino que malvive con su esposa y tres hijos pequeños se une a los rebeldes después de perder su cabaña en un bombardeo.
Todo lo anterior es un minúsculo retazo de las vidas de esas personas. El paseo visual, de una belleza estética sin parangón, está narrado por la voz femenina en off de la misma Cuba revolucionaria y los intérpretes están acompañados por el mismo pueblo cubano. Con Castro en el poder, las facilidades logísticas para este proyecto estaban garantizadas y se nota en el gran despliegue de masas, sobretodo cuando la acción transcurre en la ciudad, con la utilización de grúas y travellings que el director maneja con un talento insultante, construyendo planos secuencia que se mueven a ras de suelo y se desplazan de manera inverosímil hasta acabar en un plano aéreo. Prodigioso.
Más allá de ideologías, estamos ante una producción cinematográfica de una calidad extraordinaria. Su osadía visual, vanguardista, innovadora, bebe sin duda más de Welles que de Eisenstein, pero es innegable la autenticidad y el poder fascinador de sus imágenes,
Wellesford
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