La califico con un siete por la interpretación de Nicole, que, como siempre, es fabulosa. Brilla por sí sola en todas y cada una de las películas en las que ha trabajado. Las interpretaciones de los demás actores son un poco cutres.
El argumento es fantástico y algo infantil, pero no deja de ser intrigante, sobre todo porque me recuerda a los sueños de mi infancia (quería ser bruja).
Se parece mucho a películas de sobremesa del Domingo por la tarde, pero la química entre las dos hermanas es preciosa, junto con la intriga del cuerpo enterrado en el jardín, o los sueños del personaje de Sandra salvan la película de la mediocridad, para mi gusto.
Vale; es pretenciosa, irreal, a veces cae en lo absurdo, como lo del policía, que se convirtió en un sueño hecho realidad.
Por todo ello le quito puntos, pero no me deja de gustar y sorprender, sobre todo en el final.
Cierras los ojos, eres otra vez niño/a y vuelves a soñar...