Primera película de Adrian Lyne (que dirigiría posteriormente la fantástica "La escalera de Jacob") que lo único que demuestra es que los films de temática adolescente llevan sin acercarse ni un poco a la realidad desde hace más de veinte años. Demasiado exagerada y cargante. Estoy de acuerdo en que no sería de ningún interés para el argumento una familia feliz y contenta. Pero de ahí a que todos vivan en una casa en la que al que no maltratan sus padres es porque es huérfano, hay un paso.

A destacar la banda sonora de Giorgio Moroder, cercana a la música disco más comercial del momento, y entre las que destaca la canción "on the radio" de Donna Summer, temazo utilizado como leitmotiv de la película.
En el reparto sobresale una jovencísima Jodie Foster, la única que esta un poco comedida entre todo el elenco. En el arte de actuar más vale una mirada profunda que dos mil aspavientos y Jodie lo sabe. Una actriz como la copa de un pino.

Por cierto, que alguien me explique el título, porque no lo entiendo. Vale que son un poco guarrillas, pero tampoco es para cebarse con las pobres chicas, digo yo...