La imagen vuelve a enfocarse.. Lo primero que ve nada más abrir el ojo es un crucifijo en el retrovisor de un coche. ¡Dios me ha salvado!. Gira la cabeza hacia el asiento del piloto.
¡Ah no que ha sido la chica esta!. Pues no esta mal la chiquilla, con el tiempo que llevo sin mojar quitándome las ganas metiéndosela a los leones esos de África que no se como coño han podido llegar a Nueva York…

A partir de aquí, charanga y pandereta. Will recitando de memoria todos los diálogos de Shrek, continuas alusiones a lo bonito que es mi país, la gran América, así, en grande, que le den por culo a los mejicanos.

Y la traca final. Will sacrifica su vida, que lo de las mujeres y los niños primero esta en la constitución americana desde que el mundo es mundo, o sea desde 1776, que los años anteriores sólo eran la prehistoria.
Por fín la santa mujer consigue llegar al refugio humanoide, que estaba allá por Nebraska o vete tú a saber, donde la reciben al son de las campanas de la iglesia y de cánticos celestiales.

Olé, olé y olé.