" He nacido para ser un gladiador. La sangre en la arena es como un bálsamo para mi. Incansable, infatigable, siempre sediento de ese néctar de los dioses. He nacido para partir cráneos en la arena. Es mi destino y no puedo escapar a ello. De mis sensaciones solo puedo decir que me cuesta sentir emociones cariñosas como el resto del mundo. La sonrisa de un niño, el afecto de una madre, una ave herida... son cosas tan extrañas a mi. Lo mas cercano es el erotismo que siento hacia una mujer. Soy como una fiera herida que espera su ultimo turno en la arena. A lo lejos escucho el rugir de la multitud que me aclama... a lo lejos siento el aliento de una mujer que se funde conmigo en esta vorágine húmeda de la sangre de los dioses que se mezcla con la arena. Que sensación maravillosa al caer la tarde. Mi cuerpo parece levitar. El dolor parece muy lejano, es como si fuera a reunirme con los dioses después de la muerte. "

Diario de un gladiador 2011.