Interesante thriller que, como era de suponer, al alejarse de lo stándard hollywoodiense en este género conoció un sonoro fracaso, aunque sí reconocimiento de la crítica. Es decir, gustó su calidad a los entendidos, pero el gran público ni siquiera tuvo mucha oportunidad de conocerla al ser retirada pronto de los circuitos comerciales. En España incluso no estoy seguro de si se estrenó.
Se trata de un buen film, con un medido y sobrio guión, excelentes interpretaciones y dirección funcional sabiendo sacar jugo el realizador Henry Bromell de los no muchos mimbres con los que cuenta (aunque tampoco le hacía falta más).
Deja buen sabor de boca.
Y en el aspecto técnico la fotografía y banda sonora son de recibo.

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