Pues sí, 22 años después, el parque Jurassic World vuelve a abrir como era el sueño de su creado, John Hammond, para el disfrute de niños y adultos de la vuelta a la vida de los magníficos dinosaurios que poblaron el planeta tierra mucho antes que nosotros. Spielberg vuelve a estar detrás del proyecto como productor y deja en manos de Colin Trevorrow la dirección de esta megaproducción hollywodiense directa a forrarse durante la temporada veraniega. Sólo me queda por su última entrega, la estrenada este año, pero no es que me muera de ganas de hacerlo. La película es entretenida hasta cierto punto, con unos personajes de cartón piedra que no consiguen que empaticemos con ellos ni un nanosegundo siquiera, empezando por un buenorro Chirs Pratt que hace lo que puede con su personaje, al igual que la bella pelirroja hija del director Ron Howard, Bryce Dallas HOward, buena actriz a la que le toca lidiar aquí con un personaje insípido y superficial hasta decir basta. Los dos niños/adolescentes de la película, Ty Simpkins y Nick Robinson, son insufribles de malos, Judy Greer hace por no sé cuantas veces un papel totalmente secundario, al igual que el interesante Vincent D´Onofrio y el indio Irrfan Khan y el francés Omar Sy simplemente están ahí. Llega a cansar, igual que las anteriores, no emociona, no aporta nada nuevo, simplemente te hace pasar el rato y poco más.
Un saludo,
Tess