Después de estar tres semanas embarcada por tierras canadienses, llego a casa con mucho mono de acción y decido darle una oportunidad a la cuarta entrega de una de mis sagas favoritas como es la de "La jungla de cristal" con el atractivo Bruce Willis a la cabeza. Quizás ésta sea para mí la más floja de todas ellas pero no deja de ser un muy entretenido pasatiempo en el que vuelvo a disfrutar del que fuera marido de Demi Moore, un Willis encarnando de nuevo al policía John McClaine, ahora promocionado a detective, ni más ni menos, y en la que ya está definitivamente divorciado de su mujer y en unas tensas relaciones con su hija. Aquí, Willis tiene que ponerse al día con los avances tecnológicos porque esta cuarta parte tiene que luchar, sin ir más lejos, contra un inteligente hacker que pone en alerta a todo Estados Unidos colapsando las infraestructuras y servicios de medio país. Junto a Willis, de nuevo más que correcto, tenemos a un joven actor que a mí siempre me ha gustado desde que le descubriera en la peli de terror "Jeepers Creepers", como he dicho ya muchas veces, un atractivo Justin Long, contrapunto generacional con el personaje de McClane. Junto a ellos, el malo de turno, un para mí desconocido Timothy Olyphant, correcto y atractivo, y una bella Maggie Q, actriz que dice querer alejarse de la típica imagen de chica de acción y patadas pero que aquí es. básicamente, lo que le toca hacer. El director de cine, Kevin Smith, tiene un pequeño papel como freaky informático y una desconocida Elizabeth Winstead toma el papel de hija rebelde de McClane con acierto. Como director, el guapo californiano ex marido de la actriz Kate Beckinsale, un Len Wiseman que venía de trabajar en el departamento artístico para películas como "Godzilla" y de dirigir vídeos musicales para grupos como las En Vogue y que había dado el salto a la dirección de películas con "Underworld". Wiseman tenía 15 años cuando vio la primera película de la saga de La Jungla y dirigió él mismo su propia versión en el patio de su casa con una videocámara de la familia. Cosas del destino, acabaría años más tarde dirigiendo esta cuarta parte.Muy entretenida.
"En tu lápida se debería de leer: siempre en el lugar equivocado en el momento equivocado".