Después de una serie de telefilms que por aquellas fechas se prodigaron con detectives privados algo engreídos como El santo, Los Vengadores, o espías metidos de lleno en la CiFi como El prisionero, y otros del estilo, la poderosa industria televisiva americana apostó por la vuelta del hombre duro a los papeles protagonistas en las series policíacas. Los policías de aspecto real y cotidiano, con sombrero, infatigables y currelando en las calles en mitad del fregado. Con horario intensivo y sin tiempo para echarse colonia.

Ahí estuvieron Telly Savalas en la serie Kojak, y esta pareja formada por el Teniente Stone (Malden) y su compañero Keller (Douglas) que anduvieron por las vertiginosas calles de San Francisco poniendo orden. La serie fue el lanzamiento estelar de Michael Douglas.
Buena acción, seriedad y un planteamiento muy creíble eran la sólida base de los episodios. ¿Quién no conoce las calles de San Francisco gracias a las persecuciones en coche de Steve McQueen?
Pues aquí con Karl Malden se conocen un poco más.