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España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
9
Intriga Un modesto funcionario de la CIA (Robert Redford) trabaja leyendo libros con el fin de detectar mensajes cifrados que permitan desvelar operaciones secretas susceptibles de perturbar la estabilidad del país. Un día, cuando vuelve al trabajo, encuentra a todos sus compañeros muertos. Consciente de que sólo el azar lo ha salvado de una muerte segura, huye tratando de salvarse, pero también para encontrar una explicación a lo sucedido. En ... [+]
15 de febrero de 2019
20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ha pasado la época del cine negro, llegan los 70 y surgen nuevos intereses, ya no se trata únicamente de vigilar al enemigo de detrás del Telón, ahora llega la época de las Conspiraciones. Dice el analista: Yo no soy un agente de campo, yo sólo leo libros. Pero no, ya no hay inocentes, todos tenemos parte de culpa en el funcionamiento del sistema, todos somos culpables mientras no se demuestre lo contrario. Ahora hay gobiernos que dirigen al gobierno, una CIA dentro de la CIA, maniobras en la sombra, lo que se dice: conspiraciones. Y nadie como Robert Redford plasmó al ciudadano medio metiendo las narices en estos temas: Brubaker, Todos los hombres del presidente, y otras tantas.

En Los tres días del cóndor nos presentan un caso ficticio que podía ser verdad, y nos lo presentan de una forma espectacular. En un ambiente que recuerda el estilo británico se producen unos asesinatos de esos que prevés que nunca se aclararán. Y un hombre escapa por casualidad, por no estar donde tenía que estar en el momento preciso. Así es la gente. El centro lingüístico no es más que una tapadera, allí leen todo lo que se publica en el mundo, lo leen para saber que se cuece por otras tierras, porque algo de lo que se escriba, puede ser una conspiración. Allí no se estudia la novela histórica, ni en la Compañía exportadora se dedican al comercio, y el cóndor no es un pájaro, es un nombre en clave, y el ruiseñor es una encargada del registro, y el cartero no es un cartero. Todo son tapaderas.

Extraordinario film de Sydney Pollack. Faye Dunaway era una presencia casi obligada por ser estrella indiscutible entonces, se requería un rostro serio como el de ella, duro, que no llevara el argumento a un romance agradable que confundiera los graves hechos por suceder, en una relación simpática. Max von Sydow encaja su papel de manera perfecta, posee las maneras y presencia exacta a los del frío asesino que requiere una conspiración, y Cliff Robertson parece llevar toda la vida en esos despachos de las torres gemelas haciendo crucigramas. Los tres días del cóndor es el ciudadano medio en medio de una conspiración sin querer estarlo, a ciegas. El hombre desvalido contra los estamentos secretos, el hombre que quiere salir de esa conspiración y ver la luz, pero no es inocente, es un analista y está metido en el ajo y hay que ir a por él, porque para que una conspiración funcione, como es lógico, debe mantenerse en secreto.
floïd blue
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