El informe Pelícano, un informe desarrollado por Julia Roberts, cuenta una conspiración en la que poderes ocultos se empeñarán en que dicho informe no salga nunca a la luz. Nada especial. La película presenta una alumna enrollada con su profesor de facultad, lo cual me ha parecido innecesario para el guion porque rompe el derecho de igualdad de oportunidades respecto al alumnado, aunque deberíamos suponer que si ella no mereciera el aprobado, el profesor y amante no dudaría en suspenderla. Por un lado se debe aceptar esa relación, pero no quita que personalmente considere al profesor un imbécil de conducta sospechosa y reprobable y a ella un poco creída y de carácter influenciable. Él debería haber esperado a que no fuera alumna suya para iniciar una relación, por respeto a ambos.

El informe se ocupa de ensalzar la importancia del ecosistema, sale al paso en defensa de patos, grullas y pelícanos por encima de intereses petroleros, lo cual hoy es una máxima impuesta globalmente. Así se consigue que los protagonistas cuenten con el calor y la simpatía del público; aunque la medio falsa sensibilidad que se quiere demostrar queda mermada si el proyecto no prospera al no ofrecer ninguna alternativa a los cientos de puestos de trabajo, entre directos e indirectos, eliminados por la defensa de esas aves.

Julia forma tándem con el siempre elegante Denzel Washington y la acción supondrá una continua huida por la supervivencia. La película tiene un ritmo adecuado y prácticamente es un vehículo de lucimiento para los dos protagonistas, aunque un vehículo esmerado, ya que en general, el film es entretenido.