Junto con U.S.Marshals, la más emblemática, Pasajero 57 ha logrado pasar a la posteridad como título a tener en cuenta en la filmografía de Wesly Snipes. Pasajero 57 forma parte ya de los aficionados al género.

En Pasajero 57, Carter, agente de seguridad de la Compañía de aerolíneas, tendrá que vérselas con unos secuestradores comandados por un tipo especialmente sádico y persistente. Carter luchará contrarreloj en un paisaje humano estático, reducido, con un campo de acción muy limitado y tan sólo con el apoyo de una azafata de color, que será guapa y simpática, de acuerdo, pero que en definitiva es poca cosa para el entuerto organizado. Aún así, Carter no se pone nervioso.

Inevitables las secuencias de intento bromista para disminuir la tensión, secuencias que aportan los personajes secundarios de siempre como los policías, etc, que no son risibles del todo, sino que dan su juego. Correcta, sencilla, sin aporte novedoso, es de agradecer que tampoco la acción llegue a lo increíblemente exagerado, manteniendo un digno ritmo de intriga.

Wesley Snipes, un actor preparado en las artes marciales que ha conseguido un sitio en las películas de acción sin terminar siendo un macarra con vocación, al contrario, un hombre hogareño que de lo único que se le puede acusar es de haber evadido impuestos, poca cosa. Pero bueno, nadie es perfecto.