Hunt, después de haber obtenido cierto renombre como directora con Frozen River nos presenta un largometraje total y absolutamente anodino, en el que no destaca nada; parece sacada de una serie mala de televisión o un telefilm. No hay pasión por ninguna parte; ni en los diálogos, ni en los actores, ni en la música, ni en los planos. Nada destacable. Un guion bastante pobre de mano de Kazan, que en su haber tiene buenos trabajos o al menos más inspirados como Matilda o Fallen. No hay tensión en todo el metraje. Tenemos a una "chivata" (Gugu Mbatha-Raw), que casi me atrevo a decir es lo mejor de toda la película. No tengo palabras para la terrible y plana actuación de Keanu Reeves, que no es un buen actor en general, pero que últimamente lo hace de mal en peor, (ya en Toc Toc del gran Eli Roth falló bastante). En todos los años que lleva actuando sigue sin ser nada expresivo; que en Matrix estaba genial, porque tenía que ser así el personaje de Neo; después tuvo una mejora con El abogado del Diablo, aunque apoyado, en este caso, por dos grandes actores, pero entre Reeves y una "mejorada o empeorada" Renee Zellweger -que con tantas operaciones está irreconocible y que tampoco puede mover mucho la cara-, nos queda un pésimo y aburrido trabajo por parte de todos. Unos diálogos tan pobres que aburren al más valiente. La acción, más de lo mismo, se desarrolla prácticamente en el mismo sitio, sin mucha imaginación. Y no creo que sea culpa de un bajo presupuesto, esto estaba abocado al fracaso desde su nacimiento. Que la "chivata" nos avise de un final que no esperamos tampoco es nuevo en esta directora. Tienes que estar muy aburrido para verla.