Exquisito corto de Disney que tiene mucho más de lo que parece. No en vano terminó recibiendo el mejor galardón posible para su género por la Academia estadounidense. No es para menos, aparte de una excelente adaptación del clásico cuento con una capacidad de síntesis envidiable, da tal carisma a Max Liebre y Toby Tortuga que terminaron protagonizando otra secuela por el éxito que dio esta pareja.

Si se fijan en el diseño del carismático y fanfarrón Max, verán que es el más claro antecedente de otra joya de animación: Bugs Bunny, el rostro más reconocible de los Míticos Looney Tunes. De hecho, en un ejercicio metaficcional, el conejo de la buena suerte protagonizó un remake de este clásico, aunque su tortuga no era tan honesta y deportiva como Toby.

Apto para todos los públicos, es lógicamente un corto que fascina en la infancia y que, como suele ocurrir con Esopo, deja una lección bien contada y que no deja de ser hermosa.

Apenas unos minutos para dejar unos excelentes cimientos.