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Voto de capacitivo:
8
7,5
1.584
18 de enero de 2010
64 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mayoría de las películas se realizan a partir de una idea con un propósito o finalidad determinada. Algunas están hechas para que sientas la sed de venganza de los protagonistas, otras para que sientas amor, otras odio, otras pena, etc. y solamente unas pocas están hechas para causar dolor. “A moment to remember” es un claro ejemplo de este último caso.
Mezclados el género romántico con el drama alcancé cotas de dolor que no sabía que existían. Me considero un “machote”, cinéfilamente hablando, con todo lo supone este arcaico término. Las pasteladas me ponen de mal humor, no me trago las estupideces que me venden ni pretendo entrar en esas historias. No suelo llorar nunca, y si lo pretenden tan descaradamente como ocurre en esta película, me ofendo. Esta vez, me lo tragué todo.
Pretende ser lacrimógena, y no ceja en su empeño, desde el encuentro casual del principio hasta el gran final. Todo el tiempo se masca la tragedia, se ve venir, pero te mete tan bien en la historia que difícilmente puedes oponer una leve resistencia. ¡Claro que es facilón! ¡Ya sé que se quieren! Es preciosa, está hecha para ello, lo ves pero te absorbe. Luego, al comenzar el drama, ya es tarde para dar marcha atrás, duele y deseas quitarla.
Al final, sólo me queda llorar, es una película, pero seguramente no soy tan machote como creía.
Mezclados el género romántico con el drama alcancé cotas de dolor que no sabía que existían. Me considero un “machote”, cinéfilamente hablando, con todo lo supone este arcaico término. Las pasteladas me ponen de mal humor, no me trago las estupideces que me venden ni pretendo entrar en esas historias. No suelo llorar nunca, y si lo pretenden tan descaradamente como ocurre en esta película, me ofendo. Esta vez, me lo tragué todo.
Pretende ser lacrimógena, y no ceja en su empeño, desde el encuentro casual del principio hasta el gran final. Todo el tiempo se masca la tragedia, se ve venir, pero te mete tan bien en la historia que difícilmente puedes oponer una leve resistencia. ¡Claro que es facilón! ¡Ya sé que se quieren! Es preciosa, está hecha para ello, lo ves pero te absorbe. Luego, al comenzar el drama, ya es tarde para dar marcha atrás, duele y deseas quitarla.
Al final, sólo me queda llorar, es una película, pero seguramente no soy tan machote como creía.