Junto a Spider-Man, los X-Men han sido el pilar sobre el que desde hace mucho tiempo se ha sostenido Marvel en el mundo de los cómics.
En mi humilde opinión, esta la mejor adaptación del grupo.

Primero, antes de hablar de la serie, unas cosillas.

Los X-Men fueron creados en 1963 por Stan Lee y Jack Kirby. Eran mutantes, odiados por la humanidad y tenían el sueño de vivir en paz con esta gente.

El impacto comercial que tuvieron en ese momento fue escaso. Tras 66 números que apenas vendían y unas rediciones de algunos de estos que tampoco consiguieron cuajar entre los lectores llegó LA ÉPOCA DE CLAREMONT,
una de las etapas más importantes que han tenido jamás los cómics de superhéroes. La época de oro de este grupo, sin duda alguna.

Este señor redefinió por completo a los X-Men, y además fue el creador de sus historias más conocidas como la Saga del Fénix Oscuro o Días del Futuro Pasado. No en vano, es considerado el padre de los mutantes.
Así se gana el título de segundo guionista más importante de Marvel tras Stan Lee. Casi nada.
Pasemos a la serie.

No es necesario alarmarse, pues mantiene la emoción y el espíritu del cómic. Realmente te interesas por las historias que te están contando y esperas ansioso lo que pasará en el siguiente capítulo.
Todas las tramas son excelentes, tanto las que duran un capítulo como las que duran cinco, como es el caso de la trama de Fénix.
Todos y cada uno de los personajes están muy bien perfilados, se profundiza en ellos y no se les desaprovecha, pues son una pieza de la serie muy importante. En sus 76 episodios de duración da tiempo de sobra para profundizar en el pasado de mi idolatrado Lobezno (increíble personaje, nunca dejará de alucinarme con su carácter y su halo de misterio), el triángulo amoroso entre este, Cíclope y Jean, la complicada relación entre Gambito y Pícara, las inquietudes de Bestia y Tormenta, el muy interesante pasado de esta última y el sueño del Profesor X de vivir en paz con el resto de "homo sapiens".

Bueno, qué más decir de todos ellos... No he conseguido conectar con ningún otro equipo de superhéroes con la misma intensidad que con estos. Solamente me ha pasado con Spider-Man, Batman y Superman. Siempre serán especiales para mí.

A los villanos, tampoco se les deja de lado. Magneto desea con deseperación que el "homo superior" sea la especie dominante del planeta. Pero es un personaje ambiguo, como en los cómics.
En un capítulo te lo encuentras luchando contra los X-Men, y al siguiente ayudando a Xavier a escapar de la Tierra Salvaje (genial segmento de la serie, por cierto). Un personaje muy grande, vaya.
Y no se olvidan de las fascinantes enemistades entre este y el Profesor o entre Lobezno y Dientes de Sable.

Porque, al igual que pasa con "El Espectacular Spider-Man", tratan de manera inteligente a los personajes, sin tomar por tonto al espectador, haciéndolos distintos a cada uno. Pueden ser misteriosos, divertidos, adorables, simpáticos o incluso cascarrabias, pero sobre todo comprensibles, creíbles, peculiares e interesantes, cada uno con sus motivaciones.
Lo mejor es que su humanización, las situaciones realistas como las discusiones hacen que conectes más con ellos y despierten tu simpatía.

Otra ventaja de la serie es que puede ser disfrutada perfectamente por todos los públicos. Los adultos quedarán asombrados, porque se tratan temas serios como la discriminación, el racismo o la intolerancia que no son muy usuales en programas de series animadas para niños.
Las críticas a la sociedad están muy presentes aquí.

Realmente, el empeño y esfuerzo por hacer de esta serie algo mucho más grande que un programa ordinario para parvulitos se nota.

Y por todo esto, en mi opinión, nos encontramos con una serie totalmente redonda la cojas por donde la cojas y con la mejor adaptación de un cómic de Marvel que ha existido, superando fácilmente a cualquier película y serie de la editorial.

Años más tarde tendríamos "X-Men: Evolution" y "Lobezno y los X-Men", de las que apenas me acuerdo. Tal vez algún día las vuelva a ver y hable de ellas. Por lo poco que recuerdo estuvieron bastante bien. Eso sí, sin alcanzar a la insuperable serie noventera, claro.

Una de las series de mi infancia, sin duda. Ayudó a una buena generación, entre los que yo me incluyo, a conocer a esta gente tan inusual y así quedar cautivada por ellos.

ENORME.