Dirigida por Edgar Selwyn e interpretada por Helen Hayes, Lewis Stone, Robert Young y Jean Hersholt en los principales papeles. Estuvo nominada en la categoría de mejor actriz, categoría en la que recibiría el premio su actriz principal.

La película cuenta la historia de Madelon, joven que huye con el hombre que ama ante la negación de su padre a que estén juntos. El amor le dura poco, ya que no tienen dinero y el padre no tampoco se los da; y ya se sabe que sin dinero en está tierra… por lo que el novio decide volver a su país, prometiéndole como la canción, volver. Ella se queda compuesta, sin novio y embarazada.

Madelon, que no es tonta y necesita cuidar a su hijo, se compromete con un conde, pero le oculta que tiene un hijo de soltera por miedo a que no la acepte. Los problemas llegan, y ya no pararán, en el momento que se descubre que el conde no es tal conde y toda su fortuna es producto del robo y la estafa. Madelon irá a la cárcel por cómplice aunque alega no saber nada de los delitos de su amante. Años más tarde, en el mundo real, a cierta persona si le funcionó el hacerse la tonta al decir que desconocía las actividades delictivas de su marido.

Cuando se entere de que su hijo quiere ser médico, recurrirá a la prostitución y al robo para pagarle la carrera, degradándose como persona por el bien de la persona que más quiere.

Todo esto le valió el oscar a su protagonista, y vale que tiene muchos cambios de registros y sufre como ninguna. Pero también tiene momentos donde su interpretación está demasiado exagerada y gestual; posiblemente por herencia del cine mudo. Sin embargo, momentos como en el que abraza por primera vez a su hijo recién nacido, después de rechazarlo por ser un bastardo, son de los que emocionan.

La película se estrenó en Estados Unidos el 24 de octubre de 1931, siendo la premiere en New Orleans, Louisiana un día antes.