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España España · Madrid
Voto de jscasero:
5
Drama En junio de 1971 The New York Times y The Washington Post tomaron una valiente posición en favor de la libertad de expresión, informando sobre los documentos del Pentágono y el encubrimiento masivo de secretos por parte del gobierno, que había durado cuatro décadas y cuatro presidencias estadounidenses. En ese momento, Katherine Graham (Meryl Streep), primera mujer editora del Post, y el director Ben Bradlee (Tom Hanks) intentaban ... [+]
3 de marzo de 2018
30 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como era de esperar, todo correcto en el último trabajo de Steven Spielberg, que cuenta además con el atractivo de reunir a dos grandes de la interpretación: Meryl (siempre correcta) Streep y Tom (más que correcto) Hanks.

Una carta de amor del Rey Midas de Hollywood al periodismo libre....¿O era al liberal?
Un regalo para los nostálgicos del periodismo de rotativa y cenicero, entre los que sin duda se encuentran muchos de los críticos de cine profesionales.

En 1971 el New York Times saca a la luz "los papeles del Pentágono", unos documentos altamente secretos que demuestran que sucesivos presidentes de los Estados Unidos estaban mandando tropas a Vietnam aún sabiendo que era una guerra que no podían ganar.El periódico por excelencia en temas gubernamentales no era el Times sino el Washington Post, que en aquel entonces estaba presidido por Katharine Graham (Meryl Streep) la primera mujer en dirigir un diario en EE.UU; y editado por el prestigioso periodista Ben Bradlee (Tom Hanks). Juntos deben decidir si secundan al New York Times en sus informaciones o ceden ante las presiones de inversores y fuerzas políticas en una etapa de la política norteamericana e internacional sobre la que nunca se había hecho una película, salvo quizás: J.F.K., Todos los hombres del Presidente, Nixon, Trece Días, Frost contra Nixon, Nacido el 4 de Julio... y algún centenar más.

Todo está muy bien contado: La elegancia innata de Spielberg, claridad absoluta en cuanto a la trama y bastante dinamismo para tratarse de una película con mucho diálogo y poca o ninguna acción.
Meryl Streep es certera trasmitiendo las inseguridades, los dilemas y el valor de su personaje; y Tom Hanks hace lo propio con el suyo, un tipo noble y apasionado con su profesión.

Todo muy bien, pero yo no me creo nada.

La primera escena ya es toda una declaración de intenciones. Hagamos una prueba. En sólo 3 segundos, piense usted una música con la que ambientar una escena de la guerra de Vietnam....3, 2, 1...Correcto !! Algún temita de rock clásico americano, ¿qué tal una de la Creedence? Spielberg tampoco le dedicó más tiempo a esto. Algunos dirán que es una prueba de la capacidad de concreción que el bueno de Steven ha logrado con los años, capaz de ubicarnos en la época con solo un plano y una nota musical, para mí es una demostración de vagancia.

A partir de aquí, se supone que tengo que santificar a Katahrina Graham, la multimillonaria heredera de uno de los gobernadores de la Reserva Federal de EE.UU, porque hizo públicos (ya los publicaron otros antes, ella secundó las publicaciones) unos documentos que revelaban una obviedad que venía siendo clamada por la sociedad civil en todo tipo de manifestaciones desde hacía más de un lustro. Esta señora, como se muestra en la película, era íntima del secretario de defensa, ¿tengo que tragarme que no se olía nada? ¿Tengo que tragarme que ni ella, ni ninguno de los jerifantes, actuó con ambición viendo que publicar esos papeles iba a ser un pelotazo para el periódico?

Por otra parte, lo que les importa a los personajes, al director, y posiblemente al público americano, es qué no había posibilidad de ganar la guerra. El hecho histórico de haber financiando un golpe de estado y haber puesto un dictador en Vietnam (como también hicieron en Filipinas, Singapur, Corea, Chile, Argentina...) para imponer su estilo de vida ni se menciona. ¡Hombre! Si al final se gana la guerra no había debate! 3 millones de muertos hubiesen merecido la pena, en pocos años se habría podido vender el periódico por toda Indochina.
Sobre el debate ético de desvelar secretos que puedan poner en peligro la seguridad nacional (no sé cómo) ... no hay duda. Publicamos, sí. Pero no preocuparse, todo bien cortadito y revisado para no meternos en líos. Al fin y al cabo Nixón es el chivo expiatorio perfecto de la política americana, todo lo que haya hecho mal EE.UU. en el siglo XX es culpa suya, los demás son todos gente maravillosa.

Las carreras por la redacción, los planos detalle de las imprentas, las planchas, los engranajes de las máquinas de escribir y las intrigas de los periodistas que juegan a detectives, satisfarán a aquellos románticos que crean que algún día existió el periodismo de investigación. Eso sí los cigarrillos fuera, aquí no fuma nadie. Creo que a Tom Hanks se le ve una vez sujetando un cigarrillo de chocolate. Todo ha de ser muy correcto.

Spielberg, al que considero un genio incuestionable, siempre ha sido un niño bueno pero con poco fondo. Es incapaz de ofrecer una visión que vaya más allá del discurso puritano oficial, y no ha metido el dedo en la yaga jamás (tal vez en Munich)
Puede que algún día su estilo fuera muy personal pero ha sido tan imitado que a día de hoy representa el canon de una realización académica. Resumido en: Suena música de John Williams, un tipo mira al vacío pensando en cogollos de lechuga con anchoa, la cámara se acerca lentamente a su rostro y parece que esta pensando en la inmortalidad del alma.
Creo que es el director que más ha influido en la narración cinematográfica desde D.W.Griffith, pero está tan visto que ya no alumbra.
Y cuando la forma ya la conoces, te fijas más en el fondo, y ésta, en el fondo, es un panfleto propagandístico.

En la escena donde se presenta el Tribunal Supremo con música de épica solemnidad no pude contener la carcajada. El mismo Tribunal Supremo que quiere encarcelar a Edward Snowden por un caso muy similar , también aireado en el Washigton Post por cierto.
Todavía me quedaba el discurso a mayor gloria de los padres de patria. Esos providentes masones que ya lo tenían todo previsto cuando redactaron la sagrada constitución.

Por lo menos hay que agradecer que no cae en la lágrima fácil.

El sistema funciona. Demos gracias, y que Dios bendiga a los multimillonarios.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jscasero
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