Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de vitroxbh:
8
Drama. Comedia Bob Harris, un actor norteamericano en decadencia, acepta una oferta para hacer un anuncio de whisky japonés en Tokio. Está atravesando una aguda crisis y pasa gran parte del tiempo libre en el bar del hotel. Y, precisamente allí, conoce a Charlotte, una joven casada con un fotógrafo que ha ido a Tokio a hacer un reportaje; pero mientras él trabaja, su mujer se aburre mortalmente. Además del aturdimiento que les producen las imágenes y ... [+]
15 de junio de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta muy interesante analizar los personajes de Lost in Translation desde una perspectiva de la dramaturgia.
La teoría nos dice que el responsable principal a la hora de crear emoción en el espectador es el protagonista: el público no se interesará tanto por el conflicto que presente la película sino por la persona que lo experimenta.

En Lost in Translation, este papel de protagonista principal lo cumple Bob. En términos de minutos de aparición parece que Charlotte también podría serlo, pero si observamos el film en detalle llegaremos a la conclusión de que Charlotte, cuanto a guión, conforma un elemento más (de hecho el principal) del conflicto de Bob. Con esto no quiero decir que Charlotte sea un personaje plano, todo lo contrario. Ella igualmente presenta un conflicto y por si sola también es capaz de generar emoción, pero entendemos que si ella hubiese estado concebida como protagonista, al tratarse de una chica joven y guapa que al fin y al cabo todavía lo tiene todo por delante, el film no sería tan eficaz. Si el conflicto, en cambio, es experimentado por un hombre ya de avanzada edad y en plena decadencia tanto matrimonial como profesional, el resultado es mucho más potente.

A esta creación de la emoción a partir del protagonista también ayuda la comicidad que caracteriza a Bob en ciertos momentos a lo largo de la película (realmente muy afines al registro interpretativo de Bill Murray). Es un recurso, que además de ayudar a constituir su personalidad dotada de patetismo, consigue provocar en el espectador como un sentimiento de compasión por él, nos da cierta lástima. Con Charlotte, en cambio, en ningún momento llegamos a este grado de piedad. Pensamos que está muy perdida, sí, pero que su problema es de más fácil solución que el de Bob.

Un tercer aspecto que ayudaría a crear la emoción a partir de los personages es la naturalidad con que se han retratado. Las escenas que protagonizan son de carácter cotidiano e incluso íntimo, un hecho que favorece claramente al grado de identificación que puede despertar en el público. Además, los espacios por donde se mueven son principalmente sobrios, pero la fotografía de Lance Acord que los enmarca consigue teñirlos, muy sutilmente, de un onirismo nostálgico presente en todo momento.
vitroxbh
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow