Buena película centrada en la conquista de California por parte de la corona de España, centrándose en la figura de Fray Junipero Serra, misionero mallorquín que contribuyo a la civilización de las tribus indias.
Eminentemente es un film de aventuras, pero en el encontramos elementos de drama y de tragedia, ya que una de los diferentes hilos argumentales se centra en el romance entre un soldado español y una india, lo que da pie a que el director exponga temas como el racismo y la xenofobia.
El trío protagonista esta correcto en especial Richard Egan y Michael Rennie como el tenaz misionero, el que esta mas flojo tal vez sea Anthony Quinn en un papel muy alejado a su histrionismo habitual, todo lo contrario de lo que nos tiene acostumbrados. En cuanto a Jeffrey Hunter la verdad tiene a su cargo el papel de un orgulloso pero a la vez noble indígena, un papel que cualquier otro actor lo podría haber hecho con la misma solvencia.
Muy buena fotografía con una excelente utilización del formato Cinemascope, y una partitura musical que recuerda y de que manera al gran Miklos Rosza. Lastima que en algún momento decaiga, pero lo importante es que el film entretiene y da una visión bastante acertada de la conquista de América por parte de los españoles.

Comedia romántica, que es un precedente de Vacaciones en Roma y que cuenta con un buen trío protagonista el compuesto por la bella Hedy Lamarr, Robert Walker y June Allyson, secundados por una actriz tan magnifica como Agnes Moorehead, todos ellos bajo la batuta de Richard Thorpe, uno de los artesanos en nomina de la todopoderosa Metro Goldwyn Mayer, y que fue el responsable de los mejores films de la saga Tarzan con Johnny Weissmuller y de clásicos del cine de aventuras como Ivanhoe o Los caballeros del Rey Arturo entre otras; aquí como he dicho realiza una comedia romántica de equívocos que sirve para hacer un film de denuncia social que sirve para hacer una reflexión sobre las diferencias de clases: la nobleza y las clases bajas, siendo un film de desarrollo previsible, pero que sabe aprovechar el carisma y el buen hacer de su reparto.
La película fue rodada durante la 2ª Guerra Mundial, por lo que el actor previsto para ser el protagonista, Mickey Rooney, al ser llamado a filas poco antes de iniciarse el rodaje no pudo ponerse al frente del reparto, entonces fue sustituido por Robert Walker.
La película no deja de ser un bonito, alegre, optimista y alegre cuento de hadas en tiempos modernos, y ello queda patente ya desde los títulos de crédito iniciales y remarcado por la larga y apasionada escena en la que el protagonista relata en una azotea ante unos vecinos emocionados; y la escena del sueño; pero es mas la historia que envuelve al protagonista, a la princesa y al periodista, donde el primero es un títere de la segunda para conseguir su objetivo, es el clásico cuento donde los sueños esperan que se puedan hacer realidad, aunque a veces no todo sale como nosotros nos creemos que puede estar previsto, aunque aquí todo el mundo finalmente encuentra a su princesa, aunque uno de los protagonistas no se de cuenta de ello, ya que siempre ha tenido delante a su princesa o lo que es lo mismo el amor de su vida, y otros para conseguir este amor verdadero serían capaces de renunciar a un reino; mientras que otros su verdadero reino es tener a los amigos que aprecia cerca de su entorno inmediato y disfrutando de la felicidad de sus seres queridos. Por otro lado la música acompaña muy bien al relato con unas melodías alegres al igual que algún que otro numero musical donde nos lanzan el mensaje de que con fe todo se puede superar. Entrañable y entretenida comedia romántica realizada a finales de la 2ª Guerra Mundial y en donde se da ese mensaje de optimismo, por otro lado muy normal en el cine de la época.

Drama de corte erótico, que hace un retrato de la sociedad actual, mostrándola como una sociedad enfermiza en donde los valores del matrimonio quedan en entredicho, para dar rienda suelta a la gran motivación del ser humano en nuestros tiempos, el dar rienda suelta a sus fantasías sexuales. Aunque luego al fin y al cabo todos somos seres humanos, y a nadie le gusta que nuestra pareja mantenga relaciones sexuales con otra persona, por muy liberal y abierta que sea el matrimonio, al final como algo que todos llevamos dentro florece de nuestro interior los celos y los miedos por pensar que al final nuestra pareja se puede ir con ese intruso con el que mantiene relaciones sexuales, pensando que si esta con él es por algún motivo, y que tal vez nosotros no seamos capaz de satisfacer las necesidades y las fantasías sexuales de nuestro conyugue y el otro si. Además y lo mas sorprendente contiene dos moralejas, esos si, bastante dudosas, la primera vendría a decir algo así como que el amor y el deseo van por dos caminos distintos, y la otra es que para que el matrimonio sea un éxito es necesario mantener una relación abierta. El film mezcla el drama erótico con el psycho-thriller de los años 90, todo con un estilo narrativo que recuerda a un telefilme de sobremesa, siendo la cinta un mero pretexto para exhibir los abdominales de los protagonistas masculinos; y a ellas para lucir sus cuerpos, eso si, en bikini o en bañador y como no utilizando lencería fina., mientras lo que se refiere a las escenas de sexo son bastante lights, incapaces de excitar al espectador. Mientras lo que se refiere a la trama de suspense, hay que decir que la tensión brilla por su ausencia, es más el final resulta tremendamente previsible. En fin, para que nos vamos a engañar: flojita.

Drama romántico protagonizado por John Wayne y Joan Blondell. También conocida como "Memphis Belle", curiosamente ese título dio nombre al conocido bombardero B-17 de la II Guerra Mundial. En esta película tenemos una imagen muy alejada de lo que nos tiene habituados, John Wayne, ya que nos ofrece su lado más romántico, alejado totalmente de su imagen de héroe, ya sea del western, del cine bélico ó del cine de aventuras; hay que decir que el actor sale triunfante del desafío, aunque tengo que decir que estas letras surgen de un fan del actor, por lo que reto a todo aquel que me lea, que juzgue por si mismo, y sea lo máximo de objetivo, que yo en esta ocasión no pueda ser, pero ya digo personalmente me pareció una buena interpretación, en donde despliega todo su carisma.
Ambientada en el sur de los Estados Unidos, en los años posteriores del fin de la Guerra de Secesión, el film hace un retrato de la sociedad sureña elitista y remilgada; y en donde muchos ricos hacendados se vieron en situaciones extremas económicamente hablando, al poseer moneda confederada, en aquellos momentos sin valor alguno. La cinta refleja muy bien el rechazo de la alta sociedad hacia las clases bajas, aquí en la cabaretera que no duda para subir de status social para ser reconocida como lo que ella llama una dama fina, en casarse con un hombre que no ama y sacrificar el amor verdadero.
El film mezcla géneros como el drama romántico, el drama judicial, el suspense al mas puro estilo Hitchcock, solo hay que ver la escena de la taza de té, que recuerda al vaso de leche de Sospecha, el cine de terror con la llegada de la protagonista a la hacienda llamada “Las Sombras”, en un paisaje envuelto por la niebla, el musical con númerito de Can-Can incluido, escena que por cierto refleja muy bien la sociedad conservadora sureña, y como no, la comedia, cuyos mejores momentos corre a cargo de la asistenta de color de la protagonista, que recuerda y de que manera a la Mamy de Lo que el viento se llevo, solo hay que ver la escena en que esta frota una pata de conejo mientras dice una especie de conjuro; incluso la escena del cuadro con el efecto Mona-Lisa, hacía la protagonista provoca una sonrisa, ya que esta bastante lograda. Resumiendo correcto film de Serie B, que bebe del éxito de Lo que el viento se llevo.

Film rodado en plena segunda guerra mundial, destinado a subir el animo y el coraje de las tropas norteamericanas en el frente. Se le puede tachar de propagandístico, bueno, y que, todas las cinematografías mundiales cuando se han dedicado a realizar cine bélico, han exaltado la valentía y la preparación de sus ejércitos. En lo que respecta a lo estrictamente cinematográfico hay que decir que es un film entretenido, muy bien realizado y en donde podemos encontrar muy buenas interpretaciones de todo un reparto, que entonces todos ellos eran las grandes estrellas de la Warner, la mayoria de ellos dentro del cine negro (James Cagney, George Brent, Pat O’brien) y otros como el excelente Alan Hale, era un todo terreno, todos rodeados de excelentes actores de reparto. Lo mejor del film es el personaje que interpreta James Cagney, un soldado atrapado por el fervor patriótico, cuando EEUU entro en la Primera Guerra Mundial, pero cuando se encuentra en el campo de batalla se debate entre la valentía y la cobardía, este dilema le llevara a enfrentarse a un tribunal militar, pero por cosas del destino al final demostrara a todo el mundo que no es un cobarde. La cinta exalta la camaradería, el patriotismo y el sacrificio hacía los demás; a parte de exaltar el papel de la iglesia católica en el frente, ayudando a los soldados a encontrar su paz interior y a que florezca su verdadero yo. Si el personaje central el soldado Plunkett es un personaje totalmente ficticio, los demás personajes, el padre Duffy, el comandante Donovan, el teniente Ames y el sargento Kilmer eran todos miembros de la unidad 69; y los hechos que se relatan en el film como el entrenamiento en el campo Mills, la batalla en Rougue Bouquet y demás eventos que cuenta la cinta, sucedieron en realidad. En esta película, ambientada durante la Primera Guerra Mundial, hay una clara exaltación a la 69.ª división de los EE. UU. Era un contingente de la guardia nacional compuesto por irlandeses estadounidenses, que sirve para que el espectador se involucre completamente en el proceso de redención del protagonista.