No se si esta crítica es una opinión sobre lo que he visto, o quizás, sobre lo que he querido ver… En cualquier caso no se si hay alguna diferencia entre ambas cosas.
Lo que veo en esta película es una reflexión sobre la masa, lo pueril, y la costumbre, la superioridad del grupo sobre lo individual, la frustración. Seamos sinceros, la singularidad sólo es tolerable si viene acompañada de talento y genialidad, la única excusa de la mediocridad es que esta sea compartida, que sea aceptada...
Y sin embargo e incluso en ausencia de un talento superior que lo justifique, para mi el individualismo es valioso por si mismo, incluso cuando esté sustentado en un defecto físico o mental, lo contrario sería fascismo.

El nihilismo que ocupa toda la película, es para mi sencillamente liberador y reconfortante, el aceite de una, por otro lado, excelente película, bien contada, con un personaje central sorprendente pero no por ello menos real y maravilloso en cada detalle, he de decir que Dawn me ha enamorado. Solondz hace de la mediocridad moral y social la arcilla sobre la que construye un mundo único y hermoso....

Los ingleses siempre me parecieron tener más acierto para reconocer el talento y en el caso de Oscar Wilde, sencillamente acertaron de pleno. El fino cinismo inglés que desborda en todos sus diálogos, la absoluta ausencia de limites morales que emanan sus argumentos son deliciosos; y una forma muy terapéutica de purgar sus propios demonios de homosexualidad y sodomía ante el público de la época...

He de decir que no es exactamente una adaptación del "El abanico de lady Windermere", ya que gran parte de los comentarios ingeniosos son de "El retrato de Dorian Gray" concretamente de Lord Henrry Button. En cualquier caso esto no quita ni un ápice de ingenio y viveza a los comentarios.

Excelente la trama, excelentes diálogos, pero hay que decir que todo esto es obra de nuestro amigo Wilde, quizás por esto me gusta más la obra de teatro que esta película. En cualquier caso una película recomendable sin lugar a dudas, no se esperen una de las obras maestras del cine pero merece la pena....

Se trata sin duda de una película interesante como reza mi voto, narrada de una forma original, no sólo en cuanto al argumento sino a su forma visual, las perspectivas que elige en las que parece que estamos espiando la vida de los protagonistas, detras de un arbol, en una azotea...
Original y llena de emociones de ficticias, emociones mágicas, magicas porque estan llevadas al estremo y el estremo de la tragedia a veces puede ser muy cómico, como la historía del andaluz al que su mujer echa de casa, quizás sea mi natural positivismo, peroa me parece muy cómica, me reí mucho...
Una película sin fondo o con un fondo que en mi opinión es ingenuo, tratar de hacer ver la alienación del ser humano en los entornos laborales modernos, o mostrar a un cuerpo ejecutivo como una fuerza opresora es algo ingenuo...
Sin embargo comparto la defensa de lo individual de nuestro luchador por la salita de fumar, me parece un gran personaje, uno al que merece la pena hacer un heroe y darle un final a lo Gandi, lo siento el único antiheroe, nihilista que soporto es a Woody Allen...

Por lo demás es una buena película que no aburre en ningún momento, llena de pequeñas grandes reflexiones, una pelicula que merece esta parrafada, y una recomendación de que la vean a todos aquellos que esten dubitativos y temerosos ante lo que puede deparar una película española. Esta merece la pena

Cashback es una oda a la belleza, y este y no otro es el fin último del artista, la belleza es un fin en si misma, el mejor motivo para hacer casi cualquier cosa… Esta película me ha inspirado muchos recuerdos, supongo que es de lo mejor que puedo decir de ella...

Recuerdo una escena que me habría encantado fotografiar, era una chica ecuatoriana muy guapa, de unos veinte años, vestida muy sexy, como una prostituta, pero con cierto refinamiento, un escote muy pronunciado con una especie de encaje que se dejaba ver, unas gafas de lectura, falda muy corta y tacones altos, entre las manos llevaba un libro de educación elemental demasiado elemental para alguien de su edad, creo recordar que era de historia. Ella iba leyendo su libro, a su derecha un tipo muy delgado de ojos grandes y claros, llevaba un mono de trabajo y me recordaba en cierta manera a algún personaje cómico de película americana, le miraba el canalillo con cierta lascivia, a su izquierda una señora mayor, con pelo gris y ropa muy sólida, de calidad sin llegar a ser ostentosa, le miraba de reojo con una mezcla de reprobación y desdén. Pude disfrutar de aquella escena una parada, como un pequeño cuadro de Norman Rockwell que se esfumara al segundo siguiente, una pequeña pincelada de belleza en un momento y un lugar muy gris… Eso es lo que nos cuenta Cashback, nos introduce en la mirada de un artista que encuentra la belleza en todo lo que le rodea…

Cashback es una película de ficción y de magia, una película que habla de la frustración y el fracaso pero sin adentrarse en ellas, sin regodearse. Mira el fracaso y el éxito con desapego, como si no pudieran tocar al narrador, como quien mira la mediocridad que pasa frente a sus ojos desde un asiento de piel detrás del cristal tintado de un coche de gama alta… El mundo está lleno de belleza, y Cashback, nos la muestra descarnada, sin prejuicios, sin valoraciones morales… En mi opinión una excelente película que recomiendo a todas las personas sensibles y amantes de la belleza…

“Tu eres una plaga y yo soy el remedio…” Creo que es la frase más larga que hay en toda la película para Silvestre Stalone.

El argumento hace aguas por todas partes, las escenas de acción no tienen ningún sentido, hasta las más lamentables del equipo A parecen un documental hiperrealista al lado de lo que se ve en la película, los personajes no se entienden, los diálogos no existen y las conversaciones (las pocas que hay) desembocan en pozos sin sentido, la película es una sucesión de despropósitos…

Y sin embargo no puedo ponerle un 1, que es lo que le pondría normalmente y esto es porque ver a Stalone cargarse a 100 tíos seguidos con granadas y metralletas, el solito, bien vale una hora y media de cerveza y patatas con los amigos echando unas risas…

Si quiere rememorar los ochenta más frikis y absurdos, sin duda es tu película, cómprate unas gafas tipo “cop” con espejos, compra dos litros de cervezas y unos cuantos amigos que les gusten los tiros y prepárate para descojonarte de un guión escrito por Stalone y protagonizado por él mismo…

Recibe un cordial saludo.