Nunca vayáis a ver una película basada en un libro que os guste. En serio, sólo conseguiréis amargaros. A la gente que había leído "La ladrona de libros" parece que no le ha gustado en exceso esta adaptación más lacrimógena que la verdadera, que parecía que tenía más ironía y menos de folletín. Bueno, yo no he leído el libro, nain nain nain, por tanto no me ha parecido tan mal.

La historia más que trillada ya de la Segunda Guerra Mundial y de Hitler nos viene ahora de la mano de una niña cuya madre es comunista y que tiene que ir a vivir a un pueblecito de Munich (ay, pero qué bonita es Alemania) con un padre postizo simpático que toca el acordeón, una madre postiza y dura como una piedra, un amigo rubito 100% alemán al que le gusta correr como a Jesse Owens, y, lo más importante, un joven judío perseguido que le enseñará la importancia de la lectura y con el que entablará una relación muy especial.

Con ciertas reminiscencias de El Lector (aquí a los protagonistas también les une el amor por la lectura y las historias, y están en la misma época) y una fotografía especialmente bonita la historia no está mal, aunque tampoco dice nada nuevo, y creo que ese es el problema... la película es fácil de ver, aunque no suceden demasiadas cosas (por lo menos hasta la mitad) pero tampoco añade nuevas cosas. Ideal para los Globos de Oro o algo parecido. Geoffrey Rush y Emily Watson le añaden puntos, obviamente, y los niños protagonistas son muy monos. El único inconveniente que le veo es que deberían haberle dado mucho más juego a dos personajes que me parecen fundamentales: Max, el judío, y la mujer del alcalde.

Por cierto ¿desde cuando los alemanes aprenden a leer en inglés? Y, ¿por qué coño tienen que repetir cada dos por tres "ja" "nain" y chorradas de ese tipo? ¿Por si se nos olvida que son alemanes? Tranquilos señores productores, que en ningún momento voy a pensar que Hitler fuera español/inglés aunque los niños hablen en español/inglés en la película...

Un guía turístico, un poco ladrón y políglota conoce a una pareja americana que no es lo que parece a simple vista. El marido deja inconsciente a otro hombre en una trifulca en su hotel y el guía les ayuda a escapar y a conseguir pasaportes nuevos además de nuevas identidades. Después escapan y escapan y escapan mientras les suceden una serie de catastróficas desdichas.
Más o menos ese es el guión de la película, un guión que podría ser de 1915 o de 1945 porque tampoco aporta nada nuevo.

Ahora bien, a mí me ha gustado. No es mala. No es lenta. Está bien rodada. Grecia es bonita. Pero sí, definitivamente le falta suspense. No te atrapa en el asiento, mientras te haces un ovillo y te cagas pensando qué sucederá después.¿Quizá eso tenga que ver con los personajes? Pero lo cierto es que las actuaciones no están mal. A Mortensen no sabes si tienes que odiarle por su falta de moral o sentir lástima y empatía hacia él y sus crecientes celos. Oscar Isaac me gusta, en la de los Coen pensaba que era un soso pero en general es que tiene una cara poco expresiva. La que no me convence es Kirsten Dunst. No porque sea una mala actriz, por lo menos ha intentado tocar todos los palos posibles (¿Qué otra carrera de Hollywood va de Spiderman a Melancolía?) pero aquí, haciendo de mujer bellísima que enamora perdidamente a todos los varones de la película pues como que no la veo.

Total, que no es un peliculón pero tampoco aburre.

Eso sí, que alguien me explique por qué se llama "las dos caras de enero" porque aún no lo he pillado.

Yo era reticente a Juego de Tronos, debo admitirlo. Me sorprendía su éxito. Lo de que tanta gente hablase tan bien de ella no me daba buena espina, me parecía un producto mega friki para tíos gordos y granudos que llevan camisetas de "genio trabajando" (lo siento si ofendo a alguien, era sólo mi impresión). Pero la presión social pudo conmigo, así comencé viendo la primera temporada, que tampoco me llamó tanto la atención, como han dicho en otras críticas era un poco telenovelera y el guión del primer capítulo no es de lo mejorcito que hay (no puedo hablar de los libros porque no los he leído). Sin embargo seguí viéndola, para poder juzgar bien, y finalmente hacia el final de la primera temporada me acabó enganchando. La segunda me la vi en apenas tres días (ahora mismo tengo, relativamente, mucho tiempo libre) y supera con mucho la lentitud de la primera. Y así va en tono ascendente.

He visto mucho cine, así, lo digo sin pretensiones porque es la verdad, por lo tanto la aparición de tetas y de violencia, incluso animal, me la pela bastante, la HBO la utiliza porque creen que la audiencia es más bien tonta y necesita su ración para no aburrirse. Me han sorprendido algunas críticas que he leído sobre el machismo de la serie debido a la aparición de mujeres desnudas (yo veo todo lo contrario, algunos de los personajes con más cojones, u ovarios debería decir, de hecho son mujeres) o a la violencia incluso animal (jamás entenderé por qué la gente se tapa los ojos viendo la televisión cuando no se los tapa al ver pobres por la calle o muertos en las noticias). A mí, sin embargo, lo que de verdad me ha sorprendido es lo complejo del mundo inventado por George R R Martin, todas las referencias históricas que contiene (algunas más fáciles de identificar que otras) y la complejidad que consigue darle a todo el asunto. Antecedentes históricos, religión, la historia de las rebeliones y de las casas... todo está perfectamente hilado creando un mundo prácticamente real.

Aquí no importa quiénes son los buenos o los malos, sino quiénes son los más aptos para la supervivencia. El juego de tronos es un juego donde ganas o mueres, al fin y al cabo, y así ha sido desde que el mundo es mundo, donde los más fuertes y los más astutos siempre ganaron, la teoría de Darwin, más o menos. Vemos desfilar ante nosotros personajes muy humanos que pueden morir en cualquier momento debido a cualquier estupidez que cometan. Como la vida misma. La complejidad de personajes como Tyrion Lannister (magnífico Peter Dinklage, adorado por todos), con influencia del emperador Claudio, Petyr Baelish alias "Meñique" (mi absoluto favorito), un hijoputa muy Maquiavélico o Joffrey (que alguien le de un premio al chaval, porque borda eso de que todo el mundo le odie) que al parecer está basado en Calígula, nos dicen que la serie no es únicamente tetas y dragones. La excesiva bondad (que pasa factura) de los Stark en Invernalia, el ascenso de la gran Daenerys Targaryen, las deudas que siempre pagan los Lannister, la lucha interna de Theon Greyjoy... son algunos de los motivos por los que hay que ver ésta serie. Y mira que mi lado más hipster me dice que no es una obra maestra, pero se disfruta como un enano (nunca mejor dicho), que al final es lo que cuenta.

Valar Morghulis, que se acerca el invierno.

Cuando uno comienza la primera temporada de Attack on Titan puede tener la falsa idea de que es un anime más sobre héroes y una amenaza con la que tienen que luchar, con los típicos personajes de anime y los clichés clásicos del género (cosa que a mí, personalmente, no me apasiona).

Sin embargo, creo poder decir que, ahora que Aot va por su cuarta temporada (a punto de finalizarla, al igual que el manga), hablamos de una de las mejores series de televisión de la historia. No solo por la complejidad de su trama, sino porque no se deja ningún cable suelto. Capítulo a capítulo va hilando todo perfectamente para contarnos una historia sobre algo completamente humano: la guerra y la segregación, así como los efectos que la primera produce en las personas. El odio y la venganza parecen poder combatirse con más odio.

No estoy segura de que sea una serie para todo el mundo, puesto que los dibujos animados y el anime producen rechazo en muchas personas, pero el que le dé una oportunidad no se arrepentirá. La serie nos brinda muchos buenos personajes (Erwin, Rainer, Hanji, Eren, Ymir...) pero yo me quedo con un favorito del público: el capitán Levi Ackerman. Podría parecer, de nuevo, el típico personaje molón y cliché de manga, pero las decisiones que tiene que tomar a lo largo de la serie así como el dolor que acarrea le convierten por derecho propio en el héroe de la historia. Aunque paradójicamente (y al contrario que Eren) jamás buscase serlo.

Leyendo otras críticas, parece que algunas personas creían ir a ver una película de Kurosawa. Señores, por favor, que es una película para niños, obviamente no va a ser el colmo de la complejidad y la innovación.

Por lo demás, la película cumple lo que promete: la heroína es fuerte y valiente (me hubiera gustado tener un referente así cuando era pequeña, aunque tuve a Mulán, que tampoco estaba mal), hay un par de puntos graciosos, la historia de aventuras me parece muy entretenida, la animación es brutal (y tiene más mérito cuando sabes que se ha hecho en casa en lugar de en estudio) y la moraleja, aunque utópica, me parece necesaria, especialmente en los tiempos que vivimos: juntos llegamos más lejos y debemos dejar de luchar unos contra otros.

La única pega que le pondría es que se parece un poco a la serie 'Avatar, la leyenda de Aang', pero esa es una historia tan redonda que es difícil competir contra ella.

Y por favor, no es por parecer repelente pero se inspira en la cultura del sudeste asiático (los paisajes son lo mejor de la película), no en CHINA. Vamos, como creer que Suiza y España son el mismo país.