Excelente disección, por un lado, del trabajo realizado por los inspectores de homicidios del departamento de policía de Nueva York y de los fiscales del distrito.
Ambos lados de la ley, desde una óptica realista, mostrando el lado sucio de la ciudad que nunca duerme, dicha serie, para mi gusto, tuvo su época dorada en los 90, ya que es muy dificil que una serie que se mantuvo durante 20 años en pantalla mantenga su nivel durante tento tiempo.
Por lo que, para mi gusto, el éxito de aquel momento se debió al gran reparto que lideraba la serie, desde el punto de vista policial ,me quedo con los inspectores Logan, encarnado por Chris Noth, y el inspector Briscoe, encarnado por el desaparecido Jerry Orbach.
Del lado de los fiscales mi preferencia es por el veterano fiscal Adam Schiff, la voz de la sabiduría, encarnado por Steven Hill, y con los ayudantes Ben Stone, con su temple sosegado y sereno, y con Jack Mccoy, apasionado y justiciero, en un pael que Sam Waterston borda demostrando el pedazo de actorazo que es ,además,de la asistente del fiscal Kincaid ,que interpretaba Jill Hennessy, con quien se insinuaba que Mccoy tenía una aventura, lo dicho excelente serie, muy recomendable, ya que pone a la sociedad norteamericana un espejo ante la sociedad de hoy. Muy buena.

Vamos a ver, voy a intentar explicar mi opinión sobre esta adaptación literaria de una forma clara, sencilla y lo menos pedante posible ,(a ver si alguno copia),esta, ,no es una mala película
como tal,siempre y cuando no hallas leído la novela de Easton Ellis.
Porque, en ese caso, desde mi punto de vista, se trata de una mera parodia, en la que, dicho sea de paso, Bale realiza una actauación penosa, e incluso patética, que roza el ridículo, lejos de su excelente boxeador venido a menos en The Fighter,en 2011.
Se deja ver, pero si uno deja a un lado su visión realista del mundo, porque ,la verdad, que con las que prepara este Bateman,los polis(verguenza ajena, Willem Dafoe) ni las huelan..como mínimo es curioso.

Acabo de leer la última crítica sobre la gran obra de Coppola basada en la no menos brillante novela del polaco Conrad,(la cual,al estar escrita a finales del siglo XIX,estaba ambientada en el río Congo,en lo que en aquella época era el Congo belga,)allí se narraba ,con preciso realismo,las torturas inenarrables que los colonos europeos realizaron sobre los pueblos africanos en la época del impeialismo,Coppola la modernizó trasladando la acción a la guerra de Vietnam(1964-1975)que,dado el estado mental de los protagonistas Sheen y Brando,sobre todo este último, se puede adivinar de forma implícita, que la cinta está ambientada a principios de los 70.Esta película, a diferencia del "análisis" simplón de la última crítica,constituye por sí sola un género,el ambiente psicodélico de los 60 y70, la paranoia fruto del asqueo de la guerra y la marihuana... la fotografía espectacular acompañada de canciones tan icónicas como SATISFACTION y THE END...con unos colores sobrecogedores y unas interpretaciones soberbias, un Martin Sheen pletórico,cuya mirada exhibe la crudeza de guerra, un Brando tan grandioso como en EL PADRINO,para mí su coronel es el mejor papel de su carrera,y, además, una lección de historia(mucha atención a la conversación de la familia de hacendados franceses sobre la guerra que Francia libró contra el vietcong en los 50,y a los orígenes de este movimiento) y una lección de cruda realidad, pues como el propio capitán Willard afirma ¿ si el general Kilgore (Robert Duvall) hace así la guerra cómo pueden acusar de asesino a Kurtz? dicha moraleja:en una guerra nadie es inocente,es la mejor herencia que deja esta película,una obra maestra.

Este film intenta llegar al nivel de EL EXORCISTA,pero se queda en el intento.
Tiene un inicio interesante,sus protagonistas son convincentes (incluso el chaval)
pero no termina de conseguir involucrar al espectador,yo perdí el interés a mitad de la cinta, cuando el cura que avisa a Peck de que su chico es un demonio(nunca mejor dicho)es asesinado.
Para pasar un rato, sin más.