Varios policías miran horrorizados la escena de un crimen mientras toman fotos, huellas y esas cosas. Pero todo es inútil porque tras sus largos años de preparación para ser investigadores nunca estarán, ni de lejos capacitados para resolver un asesinato ni ahí lleven pegada la foto del asesino en las gafas.

Pero no se preocupen, entra en escena Thomas Jane un tipo al que le gusta mucho su traje de chaqueta y que no ve ningún motivo para cambiárselo. El tipo es un mentalista, como Anthony Blake, le chupa los dedos al muerto, mira la pelusilla de debajo del sofa, etc..
Todo esto hasta que un policía con cara de alelado le pregunta que si tiene alguna pista, Jane sonríe (como siempre, puesto que el 60% del presupuesto de la serie lo gastaron en ortodoncias).Suelta una más o menos elocuente frase en la que da a entender que el numero de la lotería de mañana sera el 34128 y que además el olor a pedo en la habitación le dice quién es el asesino.

No acaba ahí la cosa el hombre es como jesucristo va por la vida sonriendo y haciendo feliz a los demás, tiene la respuesta a los misterios mas insondables del universo y además comprende totalmente el guión de "Perdidos".

El misterio de la serie no es porqué sabe lo que sabe, el misterio es... ¿Porqué les siguen pagando a los policías que trabajan con él?

Posiblemente la menos cuidada y chapucera película de la historia, sólo apta para quienes gustan de fumarse un porrete viendo sandeces. Mal actuada, doblada, fotografiada, montada, escenificada, etc, etc, etc... No invierto más tiempo en la crítica porque ni insultos merece

Y que más dá si el audio es de estudio y que sólo unas pocas se interpretaran realmente en Pompeya, miren ese documento, señores, porque verán moverse, desayunar, hablar y desvariar a aquellos que están colocados por varias generaciones en el olimpo musical.

Valoro este documento como histórico puesto que como fan de floyd siempre rastreo en busca de alguna rareza, y para el periodo que nos atañe, este documental es sin duda el mejor material que existe. Ni que decir tiene que la dirección artistica del film es mas bien innecesaria porque valoro la cinta por la informacion que contiene no por los cambios de cámara y efectos setentosos, así que hubiera sido lo mismo que la hubiera filmado un mono trapecista.

Sin duda a seguir este director, brillante la trama con una idea como pocas veces se aprovecha. Manejo del tempo para llevarte por la historia óptimo, si fuera más lento aburriría, más rápido se dañaría el mensaje. En 25 minutos concentra una distopía con mensajes metafóricos y filosóficos, todo un lujo para los tiempos que corren.

No quiero que haya malinterpretaciones, me encanta esta película, la habé visto 7000 veces, es controvertida y algo excentrica pero esta rodada por un genio e interpretada a la enésima potencia, adolece de un mal muy frecuente en la ciencia ficción. Una mala concepción estilística en cuanto a decorados efectos especiales trajes, caracterización que destierra a una película enorme a no ser comprendida visualmente más allá de su contexto original, los años en que se estrenó.

Dune bebe demasiado de una estética pop-kisch que fluye por todo el metraje reflejándose en cada apartado del mismo. El problema radica en que las corrientes de aquel momento son demasiado antagonicas al público actual y de los noventa en general. La ciencia ficción solo s conserva bien si se aleja estéticamente de la realidad hasta parecer intemporal, como lector de la novela, sé que hubiera sido perfectamente posible cambiar toda la estética sin alterar el loable desarrollo de esta aventura.

Otras películas como star wars rehuyen de tal manera dichas influencias que no tienen fecha de caducidad, además los efectos especiales de Dune no dicen mucho en favor de la cinta, pese a ser posterior a Star wars sus efectos especiales son una burda broma comparados con aquellos.

Este que desde aquí escribe seuira flipando delante de la tele con esta película pero siempre en mi interior quedará ese resquemor cada vez que vea las hombreras, los peinados y las naves con forma de tetera de oro.