Lo más indignante de la película, aparte de los "pseudoexpertos" y la pésima calidad de la producción, es que pretende ser una especie de documental científico sobre física cuántica, cuando sólo son un montón de conjeturas filosóficas. Los entrevistados son licenciados en algo relacionado con la medicina o la física, pero que se han desviado de sus colegas para lanzar teorías transgresoras, intentando unificar ciencia y religión con argumentos poco convincentes. Por favor, si hasta una de las entrevistadas, llamada Ramtha, tiene como título: "Gran Maestra. Escuela de Inspiración Ramtha"...

En definitiva, un bombardeo de preguntas y razonamientos inconexos y sin ninguna base científica, mezclado con anécdotas curiosas sobre la medicina, y con unos efectos especiales que rozan el ridículo.

Lo dicho, da como mucho como para un documental del Discovery Channel (canal decadente donde los haya).

Por favor, que no os engañen. El dinero no es sinónimo de calidad.

Aunque esta superproducción documental esté avalada por el Canal Historia, tenga unas animaciones y recreaciones espectaculares, y salga gente famosa (a veces incluso adorable, como John Lasseter) hablando en ella, sigue siendo un instrumento de adoctrinamiento sin ningún valor documental ni histórico para mayor gloria de "la nación americana".

Oirás música épica, verás imágenes impresionantes, escucharás datos abrumadores, pero no aprenderás absolutamente nada. Bueno, sí, aprenderás por qué los estadounidenses son tan nacionalistas y se creen los amos del mundo; porque aparte de serlo un poco, se lo están repitiendo constantemente desde fuentes teóricamente respetables como The History Channel. ¿Quién puede estar en contra de eso?

En fin, si vives en EE.UU, te crees que estás en el mejor país del mundo y del universo. Si no eres estadounidense, te ríes y te arrepientes de haber malgastado tu tiempo.