Ésta película acoge al siguiente guión: director que se cree muy guay y que dirige una película en la que cuenta lo que le da la gana de la forma que le da la gana para producir una repulsa moral, ideológica y humanística por parte del espectador. Pero eso no es todo: las mutilaciones están confeccionadas con tal realidad que el espectador lo pasa fatal y sólo está deseando que haya un mínimo de cordura en los personajes y en las imágenes. 3 actores (el niño, Dafoe y la loca), personajes profundos, eso sí, que están totalmente locos. Realmente que el niño se suicide no es más que un pretexto para contar la historia de dos chiflados que se van a una cabaña en la naturaleza, justamente donde la mujer se siente más indefensa. Allí comienza su delirio. La mezcla de simbología, de ritos demoníacos y de gore no hacen más que producir descrédito en una película que va de seria, pero que finalmente en casa provoca una gran indignación y meses después, seguro, risa. Por cierto, el inglés de Charlotte es bochornoso, pero quizás nadie se atrevió a cumplir con un papel tan arriesgado (se la ve todo) que finalmente es efectivo. Dos actores buenos haciendo "porno" barato para la diversión de Lars Von Trier. Malísima.

Es penosa porque trata un tema muy interesante de una forma desembarazada. El antihéroe, las desastrosas decisiones que toman los protagonistas, el "que te voy a matar pero espero a que llegue tu salvador", la lentísima transformación corporal del protagonista, la impertinencia del actor principal, la inentendible comunicación entre humanos y alienígenas... Produce sopor esta película. Si a esto le añadimos el gore barato y las escenas difícilmente conectadas que tienen todas las películas de acción, tenemos ante nosotros un desastre intelectual aunque pretenda parecer muy inteligente.

Estamos ante la previa de 'Con la Muerte en los Talones', pero el escenario discurre entre Londres y Escocia. Persecuciones, suspense, humor ácido, humor de pareja, bromas, crítica social, espectáculos de masas, un guión exquisito y muchísimo ritmo. Los planos, para enmarcar. Ha envejecido muy bien a pesar de ser de 1935.

Estoy hasta las narices de que a Balagueró sólo le preocupe el mismo asunto existencial: la búsqueda del mal puro. De lo que podría haber sido la continuación de "28 semanas después", vemos una fatídica continuación, que no da miedo, que no es aceptable por "un seguidor de la escuela realista" de REC y que degenera para ser una película de Serie B. Que no, que REC era muy buena y aunque haya alguna explicación razonable sobre cómo termina REC, la continuación es una estupidez. No pongo un 0 porque REC era muy interesante. Vergonzosa.

El tema del falso culpable, por enésima ocasión. Eso sí, la calidad del producto es excelente. Personajes que corresponden a todos los estereotipos de la sociedad inglesa, situaciones muy satíricas, escenas muy explícitas (demasiado para lo que nos acostumbraba el maestro del suspense) y una sensación continua de preguntarnos qué va a suceder después. Varios planos increíbles (como el inicial con el helicóptero o el del descenso hacia atrás por una escalera). Todo cuidado al mínimo detalle y con una planificación escénica realmente asombrosa. Es Hitchcock.