Delicado capricho para una tarde de domingo. Lo encontré por azar, y lo guardaré con llave.

Pequeña sátira de la sociedad y el forofismo, cruel pero real, triste pero feliz, breve pero intensa. Situación muy sencilla, con diálogos muy llanos, pero curvas peligrosas. Una muy grata sorpresa sobre un género casi desconocido para mí, y que a raíz de cosas como esta puede dejar de serlo.

Una sola reflexión; ¿Es el fútbol grande gracias a la pasión que genera o a pesar de ella?

"Ponte la bufanda bien, que se vea el escudo"...

¿El Yin o el Yang? ¿El bien o el mal? ¿Lo correcto o lo inmoral? ¿El fin o los medios?

Todo iba según lo previsto; una película normal bañada con acordes de Extremoduro, aceptable, entretenida, incluso simple... hasta que aparece Ella.

Y es que Ella merece un renglón aparte, porque de forma lenta pero ostensible da un vuelco a la película; transforma lo simple en sencillo, y lo sencillo en natural. Y todo lo demás deja de cobrar sentido, ya sólo quedan dos, Ella... y El. Bajo dos actuaciones brillantes, Tosar y Valverde se transforman en Pablo y María, y todo lo demás no importa... ya no.

Lo inmoral deja de serlo, lo peligroso se torna apetecible, y uno de los rostros más bellos del cine español encandila a su audiencia de forma sorprendente. Amor sin beso, pasión sin lujuria.

Objetivamente creo que no es una película sobresaliente, pequeños detalles y un más que abrupto final se lo impiden, pero Martín Cuenca sí consigue una cosa, y es que ninguno de nosotros volvamos a olvidar esa mirada.

La eterna lucha de lo sencillo contra lo simple.

No sabe uno cómo expresar tanta sensación, tanto sentimiento en tan poco tiempo o en tan pocas líneas. Todavía no me creo que todo esto haya pasado en menos de 7 minutos.

Bajo unas actuaciones más que notables y una trama delicioso, una maravillosa música nos lleva en volandas a través de un viaje en el tiempo por París... la ciudad del amor...

Ningún detalle se descuida, ningún gesto es banal, ninguna palabra es baladí... todo tiene su por qué en este pequeño corto. Explícitamente pobre, implícitamente brillante.

Excelso.

Indignación, decepción, asombro. Son varias de los sentimientos que se me pasan por la cabeza tras ver esta película.
Lejos de unas interpretaciones cuestionables que no voy a juzgar, me gustaría analizar un poco el argumento de esta obra sin parangón. Chico malo asalta, agrede y destroza casa de amiga de niña buena y rica. Niña buena y rica, como es normal mientras dan una paliza a sus amigos y destrozan su casa, se enamora ciega y perdidamente del chico malo. Punto y final.
2 horas del argumento más absurdo de la historia del cine. Pensé que "Mentiras y Gordas" se convertiría en una "película de culto" del género adolescente; me equivocaba. Su director ya no tiene nada de qué avergonzarse. Increíblemente, le han superado, y con creces.

Por cosas como esta la sociedad está como está, por cosas como ésta, estamos como estamos. Pero sin duda, lo que más me preocupa es que adolescentes sin personalidad puedan creer que la realidad es así, y que ahí fuera ciertamente esto es lo que nos encontramos, y que hay que obrar en consecuencia. Los medios no retratan la sociedad. La sociedad retrata los medios.

Lamentable, vergonzoso, ruin.

Cómo hacer tanto con tan poco. Sencillamente brillante.
Aunque se que objetivamente no es la película de amor más bonita, ni la más entrañable, ni la más dulce, ni la mejor representeada, para mi es la mejor.
De las sorpresas más gratas que me ha aportado el mundo del cine.