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España España · Barcelona
Críticas de Kundera
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
The Act of Killing
Documental
Dinamarca2012
7,8
8.093
Documental
9
31 de diciembre de 2013
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mientras veía la película se entremezclaron dentro de mí sentimientos de rabia, tristeza e impotencia. Rabia hacia los autores de los crímenes. Tristeza por las víctimas. Impotencia porque los asesinos han quedado impunes y gozan de reconocimiento dentro de su país.

Sobre la impunidad, busqué por Internet si hay abierto un proceso judicial en el país o a nivel internacional pero lamentablemente no encontré nada. Pensé que quizá Indonesia no sea un país económicamente atractivo y por lo tanto no tiene interés para la comunidad internacional. De todos modos, al final encontré una petición para que se juzguen los crímenes, aunque por ahora sólo tenía unas 2000 firmas.

Luego me quedé pensando sobre qué más se podría hacer. Ese sentimiento de rabia seguía estando presente. Una rabia que se plasmaba mentalmente en actos de violencia hacia los agresores. Pero ¿y la población? En el documental se muestra cómo la población asiste a los mítines y muestra su apoyo hacia los agresores. Me preguntaba si sería suficiente con juzgar a los asesinos, mientras la población sigue pensando igual. ¿Qué más habría que hacer para conseguir un cambio global? ¿Ese cambio global debería ser impuesto desde fuera? Pero me surgían dudas sobre si una imposición externa fuera la mejor forma de conseguir un cambio global sólido. Así que decidí irme a dormir para seguir dándole vueltas al día siguiente.

Cuando me levanté esta mañana, estuve pensando en la banalidad del mal: “algunos individuos actúan dentro de las reglas del sistema al que pertenecen sin reflexionar sobre sus actos” (según la Wikipedia). Me pregunté si también existe la banalidad del bien y si en el fondo son dos conceptos que comparten la misma raíz. La banalidad del bien entendida como hacer el bien sin tener consciencia de ello, obedeciendo órdenes. Estas órdenes pueden venir por ejemplo de un ser superior o de unas leyes internacionales. Soy consciente que la banalidad del bien no merece tanta atención como la del mal, ya que al final, el resultado es positivo. Pero lo que me preguntaba es si los dos tipos de banalidad son igual de frágiles. Frágiles porque son actos que carecen de sentido crítico y de consciencia, en los que los seres humanos nos convertimos en simples autómatas bajo la sumisión de una autoridad externa.

A veces conversando con amigos sobre la corrupción, las desigualdades o la pérdida de derechos sociales que vivimos en los tiempos que corren, tengo la sensación que adoptamos el mismo discurso de sumisión a la autoridad pero dentro de una ideología de izquierdas. La existencia de valores que hay que obedecer sin posibilidad de ponerlos en cuestión ni poder entrar en el debate. Por ejemplo, los derechos humanos están por encima de todo y son indiscutibles. Con esto no quiero decir que no esté de acuerdo con los derechos humanos. Lo que me preocupa es la adopción de unos valores que están por encima de todo y cuyo cuestionamiento implique un rechazo aplastante.

Por ello me pregunto si existen espacios de debate dónde quepan todas las ideologías. O si tenemos las herramientas suficientes para escuchar, exponer y argumentar nuestros puntos de vista sin entrar en la guerra de la discusión emocional o las posiciones inmovilistas. Me pregunto sobre la cantidad de información que está disponible en los tiempos actuales y si somos capaces de asimilarla o bien nos la engullimos directamente. O si la tecnología y el estado del bienestar nos tienen tan eclipsados que ya no hay espacio para la reflexión y el cuestionamiento.

Finalmente, me pregunto qué es más importante, los valores que defendemos o la capacidad de ser críticos con el mundo que nos rodea, independientemente de las conclusiones a las que hayamos llegado.
Kundera
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9
8 de abril de 2013
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre me ha resultado difícil entender la identidad de género. ¿Qué significa tener un cuerpo de hombre y sentirse mujer? ¿Y al revés? He leído sobre ello, he discutido sobre transexualidad con los colegas, he tenido colegas transexuales… pero a pesar de todo, sigo sin comprenderlo del todo. De todas formas, manifiesto mi respeto y apoyo a toda persona que no se identifique con el género asociado a su sexo biológico. Es más, siento admiración por su valentía al ser como son, enfrente de un mundo que no les entiende y que puede llegar a ser muy cruel.

Esta película nos presenta el tema de la identidad de género desde la niñez, con una perspectiva espontánea e inocente. Cuando uno es niño, los prejuicios interiorizados son casi inexistentes, ya que se está descubriendo cómo funciona el mundo, a medida que se va experimentando. El niño muestra de forma más sincera lo que realmente siente, sin preocuparse demasiado por lo que puede pasar a su alrededor. En la película, Michaël va construyendo su identidad con aquello con lo que se identifica: conducir un coche, vestir ropa de chico, jugar al fútbol, las peleas, la chica que le gusta, beber cerveza,…

Para mí, la película va más lejos que un simple juego. Jugar significa adoptar un rol durante un tiempo para luego volver a la realidad. Michaël en cambio siente lo que hace y lo siente las 24 horas. De todas formas no es mi intención juzgar lo que Michaël siente o quiere. Creo que él es la persona más indicada para ir descubriéndolo por sí mismo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kundera
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8
3 de abril de 2013
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Erik hace documentales. Paul trabaja en una editorial. Viven una intensa relación de amor. Una relación que se vuelve dura y cruel.

Lo que más me ha gustado es que he recuperado recuerdos de relaciones que he tenido. Lo que menos me ha gustado es que las relaciones acabaron todas mal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kundera
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9
2 de abril de 2013
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película empieza de forma muy contundente, presentando el conflicto que se va a desarrollar a lo largo de toda la película: la homosexualidad vivida desde dentro de un grupo neonazi.

Los dos aspectos que más valoro de la película son la interpretación de los dos protagonistas y la historia en sí misma. Las interpretaciones se me hacen creíbles y esto me permite ponerme en su lugar y creerme la historia que me están contando. También es cierto que hay algunas partes del guión que quedan flojas, como la relación de Lars con su familia, o el aislamiento que viven los dos protagonistas y que les empuja a formar parte del grupo neonazi.

Por otro lado la historia y los pequeños matices que se van desgranando a lo largo de la película me crean mucho interés y me hacen reflexionar. En especial tres temas que están relacionados entre sí: la necesidad de pertenecer a una comunidad, el discurso homófobo que nos lleva a vivir en el armario y la falta de pensamiento crítico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kundera
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