Incubus es una de las pelis más malditas de la historia. Todos los actores que participaron en ella cayeron en desgracia. O murieron extrañamente o su carrera cayó en picado, como es el caso del protagonista.
La peli es una especie de fábula, y al margen de maldiciones es una buena película. Además la película está rodada en blanco y negro y en esperanto, en una maniobra comercial sin precedentes. Esa es la mayor rareza de la película y a la vez su mayor atractivo.
No me queda otra que recomendar esta pequeña joya olvidada y así practicar un poco nuestro esperanto, que nunca viene mal.

En primer lugar decir que no me declaro ni nolista ni anti Nolan, me parece un gran director con varias obras maestras, pero ni le proceso un odio irracional ni un amor incondicional, por lo que cuando me la quiere colar me doy cuenta.
En cuanto a Dunkerque mucho se ha hablado ya, que si una fotografía espectacular, una banda sonora inmersiva como pocas, los famosos 70 mm... Pero cuando se habla tanto de esos factores es porque la película está vacía. Dunkerque empieza directamente en el nudo de la historia, y ahí se queda estancada toda su duración. La historia consiste básicamente en un conjunto de soldados que van de un barco a otro mientras "los malos" lo hunden y deben ser rescatados y ayudarse entre ellos. También tiene una parte de guerra aérea, que tal vez sea lo único medianamente interesante.
Los personajes son llevados de aquí para allá sin realmente contarnos nada de ellos ni conseguir provocar interés en el espectador para querer conocer sus motivaciones. Otro factor es el absoluto maniqueísmo con el que es contada la "historia" (por decir algo), si en Salvar al soldado Ryan ya era criticable que los alemanes fueran retratados como sombras detrás de las ametralladoras, en Dunkerque ni siquiera salen, dejando claro que en esta guerra había un bando que luchaba por la libertad y el bien y otro bando que no. Realmente si esta película la llega a hacer Angelina Jolie ahora mismo sería la cinta mas vilipendiada con diferencia, pero al ser del sr. Nolan parece que no se sabe de cine si se la puntúa con menos de un 8.

Mushishi es uno de los mejores animes que existe, por varios motivos. En primer lugar la historia es sensacional, cada capítulo es una delicia, en la forma y en el fondo. Y en segundo lugar la animación es fantástica. Es una de las mejores animaciones en series anime que he visto. Si a eso le sumamos un protagonista excepcional nos queda un anime realmente bueno.
Lo recomiendo a todos aquellos que quieran iniciarse en el anime, o a aquellos que han criticado el anime y lo ven con suspicacia.

Cuando me enteré de que iban a hacer una serie del genial comic "Blanco humano" de Peter Milligan di un salto de alegría. Siempre pensé que era un comic muy cinematográfico y del que se podía sacar mucho partido. La serie, sin ser mala del todo, es posiblemente la peor adaptación posible de los geniales comics. Los comics profundizaban sobre las doble personalidades y sobre el riesgo del protagonista por estar siempre en una identidad que no es la suya y hasta el punto de que en muchas historias no sabíamos hasta el final si se trataba de él o de otra persona. Todo esto es obviado por la serie y el protagonista nunca cambia de cara ni se hace pasar por nadie, por lo que la idea que hacía al comic diferente la serie no la tiene, convirtiéndose en una serie de acción del montón y a ratos (muchos) mala. Si habéis leido el comic no esperéis algo parecido porque ni se acerca, y si no habéis leido los comics no sé a qué estáis esperando y no perdáis el tiempo con esta tonta serie.

Esta miniserie no hace mas que recordarnos algo que ya sabíamos: la televisión está generando mejores productos que la mismísima industria del cine. Y sólo tenemos que comparar esta miniserie con la fallida, desde mi punto de vista, película del Che. Y es que los 2 productos tienen varias semejanzas: son biográficas y tienen más o menos la misma duración. Y la diferencia entre ambas es mucha, a favor de Saddam. House of Saddam es muy recomendable, por lo que cuenta y por cómo lo cuenta. La estructura de la miniserie en 4 capítulos y cada uno en una etapa de la vida del dictador es un acierto. El reparto es poco más que espectacular, con un actor principal soberbio.

En definitiva, miniseries como ésta o la magnífica Generation kill no hacen más que engrandecer las producciones televisivas y hacer más evidentes la mediocridad de las películas que aparecen en la gran pantalla.