¿Tienes a mano una coctelera? Genial. Metemos algo de la saga “Saw“, un poco de “Cube“, siete gotas de “El Método“, un toque del anime “Gantz” y… ¡Tachán! Ya tenemos listo “Circle“. El argumento es sencillo: cincuenta personas de aquí y de allá despiertan en una oscura sala sin saber que hacen ahí. Todos están colocados formando un circulo y de hecho también sobre un pequeño círculo del que no pueden moverse. Cada 2 minutos debe morir alguien, y ese alguien deberán decidirlo entre todos mediante votos.

La película tiene un buen ritmo, y no puede ser de otro modo, ya que las muertes son a tiempo real, cada dos minutos se sucede una muerte automáticamente a no se ser que haya cualquier otro suceso que la precipite antes de esos dos minutos. Esto hace que los momentos de debate en las votaciones sean cortos y concisos. Ya os podéis imaginar que salen los típicos clichés como el racismo, la homofobia, la religión… Pero bueno, paso por alto eso y algunos comportamientos ilógicos de los personajes durante el film. Lo que sí me toca bastante la moral es que sea una de esas películas dónde te dejan varias preguntas sin resolver, porque como el hilo principal es otro, pues te conformas con ese y las respuestas a las preguntas que quedan en el aire te las inventas tú si te apetece. Sí, un final abierto de esos que tanto nos gustan.

Dentro del multitudinario reparto, la que más os puede sonar (de hecho la única que me ha sonado a mí) es Julie Benz. Y es que realmente no hay ninguna actuación destacable, porque el caso es que son tantos actores juntos que tienen pocos momentos para lucirse. No es una película que te enganche por sus grandes interpretaciones, es por el tipo de construcción argumental y la premisa que plantea. Que esté mejor o peor resuelta ya es otro tema…

Lo mejor: te engancha desde el primer instante y mantiene un buen ritmo durante toda la película.
Lo peor: dejan demasiadas preguntas sin resolver.

La chica de la séptima fila (más en http://enlaseptimafila.wordpress.com)

Esta “dramedia” escrita y dirigida por Nancy Meyers (autora también de “Cuando menos te lo esperas” o “The Holiday”) se centra en un tema totalmente actual como son los becarios en el ámbito laboral. Encabezan el cartel dos oscarizados actores: Robert De Niro y Anne Hathaway, un reclamo enorme ya de inicio, sobre todo para mí que me encantan los dos.

Robert De Niro interpreta al carismático jubilado Ben Whittaker, el becario perfecto. La palabra para definirlo sería “adorable”. De hecho después de ver la película me he planteado buscarme mi propio becario. Quizás hay un exceso de “buenrollismo” en el personaje que lo hace un poco menos creíble, pero De Niro tiene unas expresiones tan geniales que hasta decides pasar eso por alto.

En cuanto a Anne… Bueno, es que esta chica me gusta tanto que no sabría por donde empezar. Es tan natural como una lechuga, es así. Sonríe y me la creo, se enfada y me la creo, se pone triste y me la creo. Pocas actrices he visto que lloren de una manera tan natural. Hathaway interpreta a Jules Ostin, que vendría a ser la jefa que todos querríamos tener y un personaje con el que muchísimos espectadores se sentirán identificados, tanto mujeres como hombres (incluida yo).

Se percibe complicidad entre ambos protagonistas y eso hace que todo en el film fluya con facilidad. Está claro que no es la película del 2015, pero es una comedia actual y fresca. La trama es simple, no esperéis grandes giros argumentales, incluso es previsible, pero te hace pasar un buen rato, y no hay nada mejor que eso cuando vas a ver una película.

La chica de la séptima fila
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Me pongo a elegir película para esta tarde, leo la trama de “El Rostro de un Ángel“, veo el interesante triángulo de actores Daniel Brühl-Kate Beckinsale-Cara Delevigne que protagonizan el film y me espero un interesante thriller de crimen e intriga… ¡ERROR!

Un director de documentales investiga sobre un crimen que se cometió en Perugia (Itália) para escribir el guión para una película. Hasta ahí bien, si no fuera porque dan muuuchas vueltas sin llegar a ninguna parte. Se tocan un montón temas de manera desordenada, pero no se profundiza en ninguno. Es un quiero y no puedo. Y todo esto con un reparto bastante interesante: Daniel Brühl está correcto, sin más; Kate Beckinsale no está en uno de sus mejor papeles, para lo que ella puede hacer; y Cara Delevigne es casi la más natural del reparto, pero en un papel que resulta más que irrelevante. Es un film que pretende ser poesía cinematográfica y se queda solo en una rima de canción infantil.

- Lo mejor: el argumento con el que te engañan para que la veas.
- Lo peor: prácticamente todo.

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Pongámonos en situación: sábado tarde, has terminado de comer y ya te has tomado tu carajillo de Baileys, enciendes la televisión con la idea de echar una siestecilla en el sofá con una de esas películas de Antena 3 sin mucho sentido, pero… te acabas enganchando a ese argumento con una absurda tensión, la siesta se va al garete y acabas por quedarte a ver la película hasta el final solo por ver si el jardinero (o la vecina, o el cura, o la niñera…) finalmente era el malo malísimo de la película. Pues esa película podría ser perfectamente “Regresión”.

La película en cuestión trata de un detective que investiga el caso de una joven que acusa a su padre de cometer “cosas malas”. El padre admite su culpa como por inercia, ya que no recuerda haber hecho nada, motivo por el cual deciden someterlo a hipnosis para ver si así logran acceder a sus recuerdos. A partir de aquí, la investigación va avanzando desenmascarando una conspiración de lo más inesperada.

El detective que lleva el peso de la película es Ethan Hawke, que no se luce pero tampoco desentona. Pero a la que hay que mencionar especialmente es a la joven Emma Watson, que ha dejado atrás su etapa de bruja picarona de Hogwarts y aparece ya en un papel más maduro (de chica casta y recatada), aunque… puedo imaginar la situación con Amenábar:

– Emma, querida, voy a hacerte una oferta que no podrás rechazar. Vas a hacer un papel en que, mucho diálogo no tendrás, pero en cada escena que salgas te pegarás un panzón de llorar. ¿Qué te parece?
– ¡Ah, pues chachi!

Podríamos decir que sale más en el trailer que en la película y que cuando sale es básicamente para hablar entre sollozos.

No quiero hacer ningún spoiler, solo diré que el final es tan forzado como la sonrisa de Rafa Nadal. Es cierto que, dado que está basada en hecho reales, ya puedes saber más o menos como acaba y no hay vuelta de hoja, pero desde luego el desenlace que ha elegido Amenábar está bastante cogido con pinzas.

Lo mejor: indudablemente es entretenida y mantiene la tensión durante prácticamente toda la película.
Lo peor: el exceso de lloros y el desenlace final sin demasiado sentido.

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Sólo leyendo el título y el argumento de la película te esperas un interesante e intenso thriller que te mantendrá intrigado durante toda la película hasta conocer la identidad del asesino en un apoteósico. Pronto de das cuenta que la película es como esos caramelos que en el envoltorio prometen se súper ácidos y que cuando te los metes en la boca, efectivamente lo son… pero sólo la primera capa del caramelo, a los siete lametones se esfuma.

La trama de “Tesis Sobre un Homicidio” gira entorno a las investigaciones de un abogado y profesor sobre un asesinato que se produce frente a la Facultad de Derecho dónde imparte clases. Desde el primer momento sospecha de uno de sus alumnos (así, porqué sí) y la trama no deja de dar vueltas sobre lo mismo.

Es cierto que inicialmente la historia engancha, tiene varios diálogos fantásticos y algunos planos muy interesantes. Sin embargo, la trama cojea en muchos aspectos, vamos que tiene más agujeros que un queso gruyere. Algunas de las deducciones a las que llega el profesor parece que son gracias al Espíritu Santo. No os quiero detallar mucho porque en este tipo de thrillers con casi cualquier dato que os dé me cargo parte de la peli, pero si la veis os daréis cuenta enseguida de a qué me refiero. Además, como bien os dirán en la película (y no os dejarán de repetir), la importancia está en los detalles.

En cuanto al reparto, el protagonista indiscutible es Ricardo Darín, cuya interpretación sigue su línea, aunque no es uno de sus papeles más destacables, sinceramente (os recomiendo mejor verlo en “Relatos Salvajes”). Alberto Ammann me ha decepcionado un poco, no me lo he creído demasiado, pero también es cierto que con “Celda 211” dejó el listón muy alto. Sin duda, el papel que hace aguas por todos lados es el de Calu Rivero, que es una monada, pero es tan creíble como la sonrisa de Mariano Rajoy…

Lo mejor: la primera media hora o tres cuartos de la película.
Lo peor: la escena de Calu Rivero en el baño y el intento de final, que quiere ser muchos finales pero no es ningún final.

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